Caso Báez Sosa: la fiscalía pidió prisión perpetua para los 8 rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando e investigar a dos amigos de los acusados por falso testimonio

Tras un alegato de más de tres horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García consideraron acreditado que Máximo Thomsen (23), Enzo  Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz  (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) son coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones”.

En el inicio de su exposición, el representante del Ministerio Público Fiscal ratificó la acusación inicial que postuló al comenzar el juicio el 12 de este mes, al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.

Antes, su colega, el fiscal Gustavo García había considerado que los imputados atacaron “por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse” a la víctima, y sostuvo que “no hubo pelea” entre ambos grupos, por lo que encuadró el delito en la figura de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”.

En las casi dos horas que duró su alegato, García repasó con la exposición de unas filminas la prueba presentada a partir de los testimonios de cuatro amigos de Fernando y tres empleados del boliche “Le Brique” de Villa Gesell, para referirse al incidente en el interior del lugar, que consideró “el móvil” que generó que lo mataran afuera.

La fiscalía exhibió las imágenes captadas adentro del boliche y analizadas por la Policía Federal Argentina, donde, según dijo García, “se observa a Máximo Thomsen señalando a alguien”.

“Estamos convencidos de que era a Fernando y luego hace un gesto amenazante”, expuso el fiscal.

Luego se reprodujeron en la sala de audiencias los videos sincronizados del momento en que son expulsados del boliche tanto el grupo de acusados como el de Fernando.

García dijo que tras la expulsión de “Le Brique“, los acusados permanecieron “alrededor de siete minutos cerca de Fernando y sus amigos, acordando durante ese período de tiempo matar a Fernando Báez Sosa esperando el momento adecuado para hacerlo”.

El abogado defensor Hugo Tomei cuestionó técnicamente la reproducción del video analizado por García porque entendió que “se asemeja más a una prueba que a un alegato” y consideró que es “un montaje” y “una prueba nueva” no adecuada para esta instancia, lo que fue rechazado por la presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, quien dijo que el apoyo fílmico del alegato “es una metodología aprobada” y permitió que el Ministerio Público siguiera adelante.

García continuó con su alegato e hizo referencia a que “la alevosía agrava la menor posibilidad de defensa de la víctima” por una “situación de indefensión” y que “esta indefensión puede provenir por la inadvertencia de la víctima y también ser provocada por el agente”.

En cuanto al concurso premeditado de dos o más personas, señaló que puede “ser instantáneo”, “no requiere mucha deliberación” y que en este caso los imputados “siete minutos antes de iniciar el ataque se encontraron en la misma vereda a pocos metros de Fernando“.

“De alguna manera en este hecho hubo una estrategia o una planificación de cómo iniciar el ataque”, dijo.

El fiscal indicó que entre los ocho acusados “no hubo roles, todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon“.

“No hubo pelea, obviamente que no hubo pelea”, afirmó García, quien se refirió además la patada que dejó una impronta en el rostro de la víctima, y que de acuerdo a las pericias realizadas fue hecha con la zapatilla Cyclone que pertenecía a Thomsen: “Los toreros se llevan la oreja del toro, eso fue dejarle el sello a Fernando“.

Luego reiteró que “hubo concurso premeditado de dos o más personas que se pusieron de acuerdo para matarlo y eligieron esa manera, con múltiples golpes de puño y patadas, sobre todo a la cabeza”, por lo que aseguró que “no hay posibilidad” de encuadrarlo como “riña o agresión”, tal como intentará demostrar la defensa.

Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, estuvieron presentes en la sala al igual que los ocho imputados.

También están presentes los padres de los acusados, quienes ingresaron esta mañana a la sede judicial a bordo de una combi.

Falso Testimonio

El fiscal Juan Manuel Dávila pidió investigar por presunto falso testimonio a Juan Guarino y Tomás Colazzo, dos amigos del grupo de rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa.

La Fiscalía lo reclamó ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores en su alegato. Sobre ellos sembró dudas en su declaración como testigos, ya que omitieron brindar detalles sobre lo qué pasó estando ambos en el lugar de los hechos.

Guarino había declarado como testigo que vio una pelea pero se fue del lugar sin precisar detalles y aseguró que no pudo ver sobre la golpiza.

Aunque sin dar descripción de lo ocurrido aquella madrugada, el joven sobreseído en todo momento sostuvo que los rugbiers eran recurrentes en generar peleas y que “estaba cansado” de que eso ocurriera.

Tomas Colazzo también estuvo en el lugar a metros de donde golpearon a Fernando Báez Sosa, y si bien nunca estuvo imputado, la sospecha es que omitió dar detalles sobre lo qué pasó en el lugar y luego de los hechos la conversación que tuvo con los implicados.

En ese entonces el joven tenía apenas 17 años y nunca fue reconocido por testigos, amigos o cámaras de seguridad que haya participado del crimen, pero sí se lo observó estando frente al boliche Le Brique.