Coronavirus: EE.UU. reportó 1.509 nuevas muertes y ya hay más de 570.000 contagiados
Estados Unidos registró 1.509 muertes por Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, en las últimas 24 horas, lo que lleva el total del país a 23.604, según el último recuento diario de la universidad Johns Hopkins.
La cifra es similar a los 1.514 decesos registrados en la víspera, pero significativamente menor a los 1.920 del sábado y los más de 2.000 contabilizados el viernes.
Estados Unidos superó el fin de semana a Italia como el país con más decesos como consecuencia de la enfermedad a nivel mundial. Desde hacía semanas ya encabezaba la también lúgubre lista de casos positivos confirmados. El total nacional en esta categoría ya supera los 580.000, más del 25 por ciento de los casi dos millones registrados a nivel global.
El epicentro de la pandemia continúa siendo el estado de Nueva York, que este lunes superó las 10.000 muertes, lo que implica que le corresponde más del 40 por ciento de los decesos a nivel nacional. El total de contagios, en tanto, es mayor a 195.000, lo que representa prácticamente un tercio del total.
No obstante, el gobernador Andrew Cuomo destacó que el reporte de víctimas fatales -671- era menor a los anteriores y, considerando que el número de hospitalizaciones ya ha entrado también en una tendencia descendente, aseguró que “lo peor ya pasó”.
No obstante, se negó a adelantar cuándo se revocarán las medidas de aislamiento social, aunque sí ha subrayado que “no será como apagar y encender un interruptor”, sino que será algo progresivo. Para ello anunció esta tarde que aunará esfuerzos con sus homólogos de otros cinco estados -Nueva Jersey, Connecticut, Pennsylvania, Rhode Island y Delaware- para llevar adelante un esfuerzo regional en este sentido.
“Empezamos a mirar la manera de reabrir la sociedad. Pero con un plan, porque si lo hacemos mal, los resultados pueden ser terribles”, explicó Cuomo en una rueda de prensa. La clave, según dijo, es coordinar los esfuerzos de manera inteligente.
Los funcionarios de estos seis Estados prometieron armar un plan y compartir información acerca de los resultados para, de esa manera, tomar decisiones en base a esos datos. Aclararon que ello no implicaba actuar en sintonía absoluta o tomar decisiones que aplicaran a todos, pero remarcaron el valor de la cooperación regional.
Los mandatarios no dieron tiempos específicos acerca de cuándo piensan reactivar a la sociedad, que lleva ya un mes sin actividad comercial ni educativa, pero aclararon que se trata de una cuestión de semanas. Otros tres estados en la costa oeste -California, Oregon y Washington- realizaron un anuncio similar.
Esta intención por parte de los mandatarios estatales generó un episodio controversial con el presidente Donald Trump, quien, al referirse al asunto dijo que como mandatario tiene “total” autoridad para ordenar el fin de las medidas de aislamiento de los estados y la reapertura de su economía.
“La autoridad del presidente de los Estados Unidos sobre el asunto es total. El Presidente toma las decisiones”, dijo Trump en una conferencia de prensa. Y advirtió que si algún gobernador ignoraba sus órdenes, podrían salir perjudicados: “Si algunos estados se oponen a reabrir, me gustaría ver como esas personas se postulan a una reelección”, dijo.
De todas maneras, el Presidente afirmó que estaba trabajando en varios proyectos de reapertura con Gobernadores, aunque en el anuncio de los representantes del poderoso noreste del país nadie mencionó a Trump como aliado del proyecto.
De hecho, Tom Wolf, el gobernador de Pennsylvania dijo en lo que pareció un mensaje velado al Presidente que “considerando que tuvimos la responsabilidad de cerrar el estado, creo que tendremos la responsabilidad primaria de abrirlo”.