Un argentino murió tras caer unos 200 metros de un volcán de Chile
Un argentino de 41 años falleció en las últimas horas en Chile luego de permanecer internado en grave estado en un hospital local durante cuatro días. El hombre había caído unos 200 metros mientras practicaba trekking en el volcán Llaima, ubicado cerca del límite con Neuquén, y tuvo que ser rescatado por un operativo especial.
La víctima fue identificada por el medio trasandino La Tercera como Fabricio Bussolini. Según informó Carabineros, el pasado sábado, tras sufrir el accidente, el argentino fue rescatado en helicóptero, a más de 2400 metros de altura, y desde entonces permanecía internado en grave estado en el Hospital Regional de Temuco, en la región de La Araucanía. Había sufrido lesiones de importancia.
Al momento del hecho, el hombre, que también tenía nacionalidad chilena, estaba acompañado de otras personas. Medios locales calificaron a la operación de rescate como “un verdadero esfuerzo heroico”. Además de los Carabineros, participaron del operativo voluntarios del cuerpo de Bomberos de Cherquenco.
Las causas del accidente aún se investigan, pero se presume que Bussolini habría perdido el equilibrio y caído por la ladera del volcán. El Llaima es uno de los más activos de Chile y se encuentra bajo constante vigilancia por parte de las autoridades. Los especialistas recomiendan a los excursionistas que extremen las precauciones al realizar trekking en la zona y que se informen sobre las condiciones climáticas antes de iniciar su ascenso.
Otra tragedia
Una semana atrás, una esquiadora de 24 años falleció tras accidentarse en medio de un descenso por una montaña en la localidad mendocina de Las Leñas. Según trascendió, la joven habría decidido salirse de la pista para volver a la base cuando sucedió el fatídico suceso.
La muerte ocurrió cuando la víctima, identificada como Zoe Argerich, comenzó un descenso por fuera de la pista delimitada en una zona denominada Canaleta de Eduardo, considerada exclusiva para profesionales dado su nivel de alta complejidad y maniobrabilidad. La joven era entrenadora del deporte de montaña y en el momento del accidente se encontraba acompañada por tres primos que fueron los primeros en dar la voz de aviso ante la brutal secuencia.