Djokovic se quedó fuera del Abierto de Australia y fue deportado
Los deseos del gobierno australiano se cumplieron. Cerca de las 18 del domingo (las 4 en la Argentina), a menos de 24 horas del comienzo del primer Grand Slam del año, la Corte Federal de ese país decidió que Novak Djokovic, el número 1 del tenis masculino no podrá jugar el torneo, fue deportado y ya se encuentra en vuelo rumbo a Europa.
El presidente del Tribunal Supremo, James Allsop, fue quien anunció el fallo en nombre de un tribunal compuesto por él mismo y otros dos jueces, en el final de una jornada que había empezado por la mañana del domingo australiano, con una audiencia en el que Novak Djokovic buscó revertir la cancelación de su visa -por segunda vez-, decidida por el Ministerio de Inmigración de Australia. Pero la decisión fue “unánime”, y el tenista, además, deberá pagar los costos legales del litigio.
A las 21.43 de Australia (7.43 hora argentina), luego de permitirle retirar sus pertenencias del Park Hotel, el jugador llegó al aeropuerto de Melbourne, acompañado por policías federales. Lo llevaron a un salón VIP, donde esperó hasta la partida de su vuelo rumbo a Serbia, vía Dubai, según informó la prensa australiana. La partida del vuelo EK 409 de Emirates se concretó a las 22.39 (hora australiana).
Los alegatos y el veredicto
Luego de presentarse los alegatos correspondientes, el tribunal se retiró a deliberar, y en la tarde australiana anunció un fallo “inapelable”, tal como se había dispuesto previamente. Con la confirmación de la cancelación dispuesta por el Ministerio, Djokovic no podrá permanecer en Australia y de inmediato se procedió a su deportación.
Djokovic había quedado detenido por segunda vez el sábado por las autoridades de inmigración, luego de que su caso para evitar que Australia lo deportara por no estar vacunado contra el Covid llegó a tres jueces de un tribunal superior. La audiencia ante la Corte Federal se había fijado para el domingo, un día antes de la fecha en la que el tenista número 1 del ranking tenía que disputar su primer encuentro del año en el Abierto de Australia, en el que es campeón defensor y se ha coronado en nueve ocasiones.
Incluso, la organización del torneo llegó a publicar el programa de partidos del lunes, en el que Djokovic aparecía en la sesión nocturna, en la que tendría que medirse con su compatriota Miomir Kecmanovic. Sin embargo, el fallo de la Justicia determina que el primer Grand Slam de 2022 se queda sin su máxima figura.
Poco después, Djokovic emitió un comunicado: “Me gustaría realizar una breve declaración acerca de los resultados de la audiencia judicial de hoy. Ahora me tomaré un tiempo para descansar y recuperarme, antes de realizar más comentarios sobre lo sucedido. Estoy muy decepcionado con el fallo del Tribunal de desestimar mi solicitud de una revisión de la decisión del Ministro de cancelar mi visa, lo que significa que no puedo quedarme en Australia y participar en el Abierto. Respeto el fallo de la Corte y cooperaré con las autoridades en relación con mi salida del país”.
“Es incómodo que el foco de las últimas semanas haya estado sobre mí y espero que ahora todos podamos concentrarnos en el juego y en el torneo que amo. Quiero desearles a los jugadores, oficiales, personal, voluntarios y aficionados todo lo mejor para el torneo”, agregó Djokovic.
Los tres jueces de la Corte Federal respaldaron la decisión que el viernes había tomado el ministro de Inmigración Alex Hawke, de cancelar la visa del deportista serbio, “por motivos de interés público”. En las próximas horas se conocerán los considerandos de la resolución. Aún no está claro si la deportación estará acompañada de la prohibición de tres años para regresar a Australia, lo que significa que Djokovic no podría regresar hasta los 37 años al torneo que obtuvo nueve veces y que podría haberle dado su 21er título de Grand Slam.
Para la segunda cancelación de la visa, Hawke determinó que la presencia de Djokovic en Australia podría suponer “un riesgo para la salud y el orden” de la población y “podría ser contraproducente para los esfuerzos de vacunación de otros en Australia”, al considerarlo como una figura “influyente” para la promoción del movimiento antivacunas.
El domingo, en el tribunal, los abogados de del serbio calificaron de “ilógica”, “irracional” e “irrazonable” la detención y la deportación de su cliente. El gobierno “no sabe cuáles son las opiniones del señor Djokovic en este momento”, argumentó el abogado Nick Wood, afirmando que su cliente nunca había apoyado públicamente el movimiento antivacunas. Pero el representante del gobierno, Stephen Lloyd, rebatió que el hecho de que el campeón no se vacunara casi dos años después del inicio de la pandemia, y su reiterado desprecio por las normas sanitarias, incluido el hecho de no aislarse cuando sabía que estaba infectado, eran pruebas suficientes de su posición.
La visa de Djokovic había sido cancelada por primera vez el 6 de enero en el aeropuerto de Melbourne, apenas desembarcó para empezar su preparación en el primer Grand Slam de 2022. Esa determinación surgió cuando funcionario de de la Fuerza Australiana de Fronteras concluyó que el número 1 del ranking no cumplía los requisitos sanitarios para la exención médica a las leyes australianas sobre vacunación de viajeros que ingresan a ese país.
Por primera vez en mucho tiempo, la organización del Abierto de Australia demoró la publicación del horario de partidos del primer día de acción, que finalmente realizó a las 16 del domingo, un par de horas antes de conocerse el veredicto. Ahora, el lugar de Djokovic en el cuadro principal será ocupado por un jugador derrotado en la última ronda de la clasificación, conocido como lucky loser (perdedor afortunado); en este caso, el que tuvo esa suerte fue el italiano Salvatore Caruso, 150° del ranking mundial. Si la baja de Djokovic se hubiera concretado con más margen, se hubiera podido reacomodar el cuadro del certamen masculino, pero con el programa de juego ya establecido, directamente ingresa el lucky loser como reemplazo; así, Caruso será quien jugará contra Kecmanovic, pero ya no en el court central, sino en un estadio secundario.