Con Santiago liderando el ranking de temperatura, dieciséis provincias se encuentran bajo alerta por calores extremos

Dieciséis provincias se encuentran bajo alerta del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por las altas temperaturas que desde hace diez días se registran en casi todo el territorio argentino y que, pese a algunas tormentas aisladas, se prevé que continúen por lo menos hasta el martes próximo con marcas térmicas que rondarán entre los 30 y los 40 grados.

Santiago del Estero es una de las provincias que atraviesa una alerta por temperaturas extremas de nivel amarillo, y este jueves pasadas las 16 encabezaba el ranking de temperaturas con 43 grados y una sensación térmica por encima de los 44.

Otras de las provincias que acompañan a Santiago en este fenómeno, son Misiones, Corrientes, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San juan, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos.

Esta categorización del SMN establece que las marcas térmicas que se registran en los distritos mencionados “pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas”.

Más de dos semanas de intenso calor

Desde el 17 de diciembre pasado, las altas temperaturas afectan al norte argentino donde durante varios días se superaron los 40 grados y se vivieron las primeras olas de calor de la temporada.

Una semana después las marcas térmicas agobiantes se extendieron a la región central de la Argentina y desde entonces desde el norte patagónico hasta el norte del país se registran temperaturas que superan los 30 grados, con escasas precipitaciones, situación que se espera que continúe, por lo menos hasta el martes próximo.

En este sentido, se destacó la importancia de seguir las recomendaciones de las carteras sanitarias locales o nacionales, “fundamentalmente cuidando a la considerada población de riesgo, para evitar los golpes de calor”.

Ante la persistencia de las altas temperaturas el Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado con recomendaciones: “tomar agua con mayor frecuencia, consumir frutas y verduras; evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, así como las comidas abundantes y la actividad física intensa”.

También aconsejó “contar con teléfonos de emergencias por si alguna descompensación ocurriera en el hogar y/o en la vía pública” y enfatizó en la importancia de ofrecerle continuamente líquidos a los niños -preferentemente agua o jugos naturales- y, en el caso de lactantes darles el pecho de manera más frecuente”.