Dos alumnitas de 5 años volvían con moretones y descubren que las golpeaba una maestra jardinera

Una maestra jardinera de la zona rural del departamento Belgrano fue imputada penalmente, acusada de incurrir en malos tratos en perjuicio de dos alumnas de 5 años y la Justicia acaba de convalidar medidas de protección para las víctimas.

La incipiente investigación es impulsada por la fiscal de la ciudad de Añatuya, departamento General Taboada, Andrea Darwich, tras la primera denuncia de la madre de una alumna.

Todo se precipitó el 8 de agosto pasado. Una mujer acudió a la Seccional 21 de Bandera y denunció a la maestra jardinera, de 33 años. En síntesis, habría revelado que hace semanas que notaba un cambio de conducta en su hija. “No quería ir al jardín; le dolía la cabeza y el estómago; y me pedía que no la lleve más”, explicó la mujer ante la policía y después ante la Fiscalía.

“Por el contrario, yo la llevaba y la maestra me decía que ni hija era llorona, sensible. Pero un día noté que la nena tenía moretones en una pierna”, amplió la denunciante.

La mujer profundizó que su hija ya no quería ingresar al jardín. Entonces, la menor le reveló que su maestra “era mala”; que supo pegarle fuerte en una pierna. De a poco, su madre empezó a abrir los ojos. Y en ese proceso, la madre de otra alumna le habría confiado que su hija protagonizó una situación similar y que la estaba tratando con un psicólogo.

Rápido, la mujer refrendó la denuncia y puso en conocimiento de las autoridades del jardín, con el objetivo de que adoptaran una salida rápida. Le dijeron que labrarían un acta e investigarían.

Asimismo, en los últimos días las dos menores fueron escuchadas en Cámara Gesell, ante la fiscal, psicólogos y otros funcionarios de la Justicia en Añatuya.

Medidas de conducta

Sin perder tiempo, la Fiscalía habría imputado a la maestra por “lesiones” en perjuicio de las dos alumnitas. A la decisión, ahora la funcionaria incluyó medidas de protección que le han sido notificadas a la docente el 16 de agosto, deslizaron las fuentes al cierre de esta edición.

Entre otras normas, la docente debería fijar residencia e informar a la Fiscalía en caso de efectuar cambio de domicilio; tiene prohibido cualquier acercamiento y contacto de toda clase ya sea personal o a través de medios de comunicación, redes sociales y demás hacia las menores y sus familiares en una distancia de 200 metros y el cese de todo acto de violencia en cualquiera de sus formas respecto de las menores; la fiscal adosó prohibición de portar armas de cualquier tipo; no puede cometer nuevos delitos; del mismo modo, debe abstenerse de realizar cualquier acto que pueda obstaculizar la investigación y la actuación de la Ley y presentarse a todas las citaciones que se le formulen.

Un cimbronazo

En forma simultánea, trascendió que los directivos escolares abrieron su propia investigación, cuyos alcances no se limitarían a la conducta desplegada y reprochada en perjuicio de las dos nenas, sino al resto de la clase.

Los efectos se presumen imprevisibles, pero dado al establecimiento educativo y edad del alumnado, se sospecha que habrá una rápida definición.

Causa penal con múltiples aristas y protagonistas

La Justicia de Añatuya también dio intervención al Consejo de Educación y a las autoridades de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y familia (Subnaf).

Pese al hermetismo total en que Darwich define y delinea sus pasos, se intuye que el Consejo es el órgano de aplicación y debe tomar sus decisiones en protección y en garantía de la seguridad de todos los alumnos del jardín de infantes, el cual funcionaría en una zona rural del departamento Belgrano.

A su vez, la Subnaf tiene en su órbita la tutela el bienestar de niños, adolescentes y en un contexto mayor de familia, precisaron.

Desde esa sorpresiva medida de notificación, nadie descarta que ambos organismos envíen en los próximas días a sus representantes, a fin de abrir sus propias investigaciones, más allá de que lo resuelto por la Justicia no fuese vinculante, sintetizaron las fuentes.