El Gobierno espera no tener otro traspié para estirar con legitimidad la cuarentena más “flexible”
El Gobierno espera que la pandemia del coronavirus cambie la forma en que se ve a las administraciones con mayor presencia en la vida pública. Los informes que recibió los últimos días le daban la razón que el sentido común anticipaba, aunque la opinión pública es muy volátil. “No ayudan cosas como la del viernes” dijeron desde la Casa Rosada.
El éxito de la cuarentena depende de que se considere adecuada la estrategia del presidente Alberto Fernández y que los sectores que presionan para levantarla no encuentren argumentos, como pudo serlo la aglomeración de jubilados que se vio el viernes por la superposición de cobros y razones estructurales.
Los números que se conocieron el otro día en un grupo de diputados oficialistas le dan la razón a lo que muchos empezaron a suponer desde que empezó a presionar a los gobiernos el coronavirus: casi el 80% de los argentinos considera que el Estado y los organismos públicos son quienes más se han acercado positivamente a la gente en medio de la pandemia, mientras que solo un 7% tiene valoraciones buenas sobre el accionar de las empresas para relacionarse con los ciudadanos frente al coronavirus. Este dato, fuerte en el inicio de la cuarentena pero que es absolutamente dinámico, lo aportó la consultora Quid, que encabezan Javier Gasparian y Demian Kaplan.
Otros números de esa investigación que mira el Gobierno muestran que los argentinos frente al coronavirus temen por igual los efectos que pueda tener sobre su salud, pero también sobre la economía, que la gran mayoría declara que los ingresos de su hogar se han visto muy afectados en este contexto, que los números más bajos de credibilidad están sobre los bancos y que “los más perjudicados serán los mayores de 60 años, autónomos y monotributistas, y lógicamente las clases socioeconómicas más bajas” según dice el texto.
Y la conclusión es que “el sector público ha desarrollado las mejores acciones de acercamiento a las personas en el contexto de la pandemia, en comparación con el sector privado“, donde los bancos, las cadenas de venta de ropa y de electrodomésticos son los que peor imagen tiene. Del otro lado, con mejor valoración, están el Estado, las empresas digitales y las de transporte.
Estos números, que ve el Gobierno, son los que espera que no caigan tanto desde que termine la cuarentena, principalmente para que se mantenga la espalda del Ejecutivo para otras medidas no tan estrictas pero que necesita que se apliquen. Esto sería la extensión del aislamiento, aunque más light. Porque las estimaciones de los infectólogos cercanos al oficialismo es que el número de infectados de coronavirus podrá subir y bajar durante el invierno. Y esto haría que el Gobierno necesite implementar nuevas medidas.
Fuente: Minuto Uno