España reportó 743 muertos por coronavirus en las últimas 24 horas

España registró con 743 nuevas muertes en las últimas 24 horas, en un repunte en los decesos por coronavirus tras cuatro días de bajadas, informó este martes el ministerio de Sanidad.

El total de fallecidos se elevó a 13.798, con más de 140.000 casos positivos y de 43.000 pacientes curados.

La cifra más alentadora es la de nuevos contagios, que fueron 5.478 y se redujo en casi 4 mil con respecto a los 9.222 del martes de la semana pasada.

El Ejecutivo estudia que en esa desescalada sea obligatorio llevar obligatoriamente elementos de protección, como las mascarillas, pero para ello hace falta asegurar un suministro suficiente y estable que pueda estar a disposición de la población.

Además, se realizarán test rápidos de detección una vez que estén disponibles en gran cantidad.

Por una parte, estos test se usarán para determinar los casos de COVID-19 con síntomas leves y así controlar mejor los focos de contagio. Y por otra, se podrá verificar quién tiene los anticuerpos del virus y así conocer mejorlsu nivel de propagación entre la población.

El Gobierno también prevé aprobar hoy varias medidas para facilitar la circulación de trabajadores, incluyendo la contratación de inmigrantes indocumentados, para llevar a cabo la recogida de algunas frutas durante las próximas semanas, una actividad clave para la supervivencia económica en varias regiones rurales y también para el abastecimiento de alimentos.

Los test podrían permitir detectar también a portadores asíntomaticos del virus, a los que las autoridades se plantean confinar temporalmente en hoteles o en instalaciones específicas creadas expresamente para evitar que causen más contagios.

Mientras se estudia la fórmula legal para hacerlo, el Gobierno central pidió a las autoridades regionales que identifiquen instalaciones adecuadas para realizar estos confinamientos.

Pero, mientras tanto se realizan estos preparativos, la enfermedad sigue causando estragos.

Por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer, lunes, que las ceremonias de cremación de cadáveres se retrasarán ante la saturación que sufren los servicios funerarios municipales.