Femicidio de Daiana: “Llamala a mi mamá, me hirió y me estoy muriendo”, dijo la víctima tras ser atacada por su ex
Otra santiagueña fue víctima de femicidio. Rita Daiana Chazarreta, lamentablemente, encabeza el primer lugar de mujeres asesinadas a manos de la violencia machista, en nuestra provincia en este nuevo año.
“Llamala a mi mamá“, gritaba Daiana pidiendo auxilio en la noche del viernes, tras ser herida a cuchillazos por su ex pareja, el que la había citado en inmediaciones del barrio René Favaloro al oeste de la ciudad Capital.
“Antonio me hirió y me estoy muriendo“, fueron las últimas palabras de la joven madre tras caer desvanecida, delante de su pequeño hijo de seis años, con cinco lesiones punzopenetrantes en su cuerpo, una de ellas en el corazón.
Daiana vivía en el barrio General Paz, con sus hijos, su hermana Pilar y su madre Carina. Cerca de las 23.30 del viernes recibió un mensaje –aparentemente de su ex, el femicida– que le pedía que se llegara hasta la intersección de Diaguitas y Ruta 9, donde él le entregaría a su hijo menor.
Sin dudarlo, pero a sabiendas de que no podía confiar en su ex –a quien había denunciado en reiteradas oportunidades– Daiana fue al encuentro de su hijo, pero le pidió a Candela, una adolescente de la zona, que la acompañara.
Cuando llegó al lugar indicado fue abordada por su agresor, Antonio Jiménez, alias el “Loco”. También estaba el menor. Candela aguardaba en la esquina.
Allí se inició una discusión. Cuando él comenzó a golpearla, la adolescente intentó intervenir, pero al ver que tenía un cuchillo se dio cuenta de la gravedad del hecho y corrió a pedir ayuda.
Pero cuando regresó, Daiana ya estaba herida junto a su hijo que solo alcanzó a decir: “Mi papá la ha acuchillado y se ha ido corriendo“. La víctima, aún con vida, pidió que le avisaran a su madre, sabía que se estaba muriendo. Cuando todos llegaron a auxiliarla ya estaba sin vida.
Mientras el asesino permanecía escondido en el monte, decenas de móviles policiales arribaron al lugar. Por disposición del fiscal toda la zona fue cercada y perimetrada. Los expertos en Criminalística realizaron trabajos de fotografía y planimetría. El cadáver de Daiana fue trasladado a la morgue del hospital Independencia, donde le practicaron la autopsia: el cuerpo tenía cinco heridas producidas con un arma blanca.
Sus hijos, otras víctimas del femicidio
“Mateo, desde anoche que no habla. Está en silencio, con su mirada perdida. Tiene miedo”, explicó Pilar –hermana de Daiana– en diálogo con EL LIBERAL.
No era la primera vez que el pequeño veía a su padre golpear a su madre. Antes fue testigo de las innumerables palizas que Jiménez le daba a Daiana, e incluso acompañó a su madre, mientras estuvo en el refugio para mujeres víctimas de violencia.
“Delfina, anoche, cuando se enteró sufrió una crisis de nervios y la llevamos a hospital porque no podíamos tranquilizarla”, expresó su tía. En septiembre del año pasado cuando Daiana fue alojada en el refugio, la menor también vivió un episodio similar.
“A ella le afectaban mucho esas situaciones, vivió una crisis y la directora le pidió a mi mamá que la trajéramos a casa y nos hagamos cargo hasta que mi hermana pudiera regresar a su casa y así fue la cuidamos hasta que todos vinieron a vivir con nosotros”, reveló Pilar.
El asesino se entregó en la Fiscalía, acompañado por sus familiares
El homicida, residente sobre Calle Pública del barrio General Paz, aprovechando la oscuridad de la noche tomó el arma homicida en su poder y se internó en una zona montuosa a la vera de la R. 9.
Personal de la División Homicidios con todas las dependencias de la Norte iniciaron su búsqueda, con ayuda de lugareños indignados por el despiadado ataque. Cercaron toda la zona sin dejarle espacio para la huida.
La oscuridad no les permitía a los efectivos ingresar entre la maleza. Ya cerca de las 5,30 y con ayuda de sus familiares –que desviaron a los investigadores– logró salir y trasladarse a la Fiscalía, donde finalmente fue detenido.
Si bien Jiménez será indagado en los próximos días por la Dra. Norma Matach, fiscal de la Unidad de Violencia de Género, ante los uniformados el asesino reconoció el ataque manifestando que habían mantenido una discusión cuando ella le había hecho una escena de celos.
Sostuvo que tenía un cuchillo en su bolsillo porque antes estuvo ingiriendo bebidas con alcohol y estaba picando hielo.
Según revelaron fuentes judiciales, Jiménez tenía una prohibición de acercamiento a la víctima por 180 días, las cuales habían sido impuestas en octubre del año pasado, cuando recuperó su libertad, tras pasar más de 30 días tras las rejas.
La joven también contaba con un botón antipánico en su teléfono celular el cual no habría llegado a accionar ante el despiadado ataque.
”Él se enteró que mi hermana estaba en pareja, la llamó diciéndole que la iba a matar y la mató”
“No sé qué le puede haber dicho él para que ella se fuera a verlo. Ella le tenía mucho miedo. Si se lo cruzaba en la calle, ella volvía de inmediato a casa. Trataba de no andar sola. Por lo que sé, él no le quería entregar a Mateo y ahí comienza la discusión”, expresó Pilar, la hermana de Daiana a EL LIBERAL.
Consternada por la violencia con la que fue atacada su hermana manifestó: “Tiene hasta puñadas en la cabeza y tiene cualquier cantidad de cortes, golpes en la cara, en la nariz, un chichón en la frente. Realmente es una locura lo que este tipo le hizo a mi hermana”. Continuó diciendo: “El chico del servicio le colocó una bolsa en la cabeza para que no perdiera líquido. Espero que se haga justicia. Queremos que él (por el homicida) pague por lo que le hizo no solo a mi hermana sino a mis sobrinos”.
“Esta semana él se enteró que mi hermana estaba en pareja de nuevo y la llamó por teléfono diciéndole que no se iría a vivir con nadie porque él la iba a matar, y terminó haciéndolo. La mató”, sentenció. Al finalizar sostuvo: “En dos años perdí a ocho miembros de mi familia. Sepulté a mi padre, a mi abuela, a mi padrastro, a mis primos y ahora me toca enterrar a mi hermana”.
Fuente: El Liberal