Guatemalteca denunció que policía retirado santiagueño la abusó tras la muerte de su pareja
Celene tiene 49 años y un hijo de 9. Es oriunda de Guatemala y, hace siete años, reside en Suncho Corral. Desde que falleció su esposo su vida se convirtió en un calvario. Ella sostiene que “no tiene paz”.
La joven madre se comunicó con EL LIBERAL y contó los ultrajes que sufre desde enero del año pasado —cuando su pareja falleció— por parte de un policía retirado que la abusó sexualmente en varias oportunidades y la amenaza.
“Todo cambió para mí y para mi niño desde que falleció mi esposo. Sus hijos —fruto de una relación anterior— me corriendo de la casa donde yo vivía con él y desde ese momento no tengo a dónde ir”, comenzó relatando la víctima.
Celene conoció a su pareja a través de Facebook en 2016. Él viajó a Guatemala y trajo a nuestro país a ella y a su hijo, que en ese momento tenía 2 años. Llegó a Suncho Corral el 24 de julio del 2016.
“Yo llegué aquí (por ‘Suncho’) y mi marido arregló los papeles de migración. A los tres años nos casamos. Cuando quise hacer mi nacionalidad argentina me dijeron que el matrimonio no tenía validez porque yo no estaba separada en Guatemala”, comenzó diciendo.
Según contó Celene: “El día del casamiento yo avisé en el Registro Civil que no estaba divorciada: me dijeron que me podía casar igual. Tengo testigos”.
Continuó: “Mi vida con mi esposo fue muy buena, pero todo cambió cuando él se murió (en enero del 2022). Sus hijos me sacaron a mí y a mi niño de la casa; decían que ya no éramos familia. Entonces comencé a rodar”.
“En un momento conocí a un hombre —de apellido Salto— que nos albergó en su casa. Yo vendía ropa y de eso vivía en ese momento. Después comenzamos a tener una relación, pero él era muy violento“, explicó.
Ese vínculo terminó por un acto de violencia. “El día que Argentina sale campeón, él (por Salto) en medio de los festejos comenzó a golpearme; me ahorcó con sus manos e intentó matarme”.
“En ese momento me di cuenta que no podía seguir, agarré mi niño y me fui a la policía. Quise denunciarlo, pero no me dejaron porque no tenía mi DNI; mostré mi pasaporte, pero igual no hicieron nada”, explicó Celene.
La joven madre explicó que sabía que no podía regresar a la casa del mencionado sujeto. “Era de noche. No tenía a dónde volver entonces me acosté a dormir en la plaza con mi hijito. Al otro día llegué hasta una casa donde alquilaban habitaciones, cerca del cementerio. Conseguí una pieza que no tenía ni luz”, sostuvo.
“Allí conocí a una chica trans que me dijo que tenía un trabajo para mí, que sólo debía hacer limpieza y cuidar de un joven discapacitado“.
El 14 de enero del 2023 comenzó su calvario mayor. “Era la casa del ex policía —un hombre de apellido Basualdo—. Al principio todo iba bien, hasta que él comenzó a averiguar sobre mi vida. Se enteró que era inmigrante, que no tenía mi nacionalidad argentina por mi matrimonio inválido y que no podía hacer denuncias”, remarcó desesperada la víctima.
Según explicó Celene, esta situación fue aprovechada por el ex funcionario policial. “Un día llego yo a mi trabajo, mi niño estaba en la escuela, y cuando estaba en una de las piezas entra él”, indicó.
En medio de una crisis de llanto Celene reveló: “En ese momento comenzó a insultarme, diciéndome que era una hija de puta. Me pide que me baje la ropa y haga lo que él me decía. Si no me dejaba hacer cosas él me separaría de mi niño”.
“Me decía que yo no podía denunciarlo y que él tenía contactos; que conocía personas en Fernández que podían llevarse a mi niño, que me lo iban a quitar y nunca más lo iba a volver a ver. Mi hijo es lo único que tengo, y yo tenía miedo”, enfatizó.
La joven madre expresó que los abusos se extendieron en el tiempo y cada vez eran más graves; y muchos días pasaron hasta que decidió poner fin a esta situación. “Pedí ayuda a todos los que pude, pero como no tenía papeles nadie podía hacerlo. Un día no aguanté más los abusos y me fui”, indicó.
Cuando el acusado se enteró que Celene no iba a regresar, fue a buscarla. La amenazó para que no contara nada. Ella se iba a quedar callada hasta que la propia hija del policía —enterada de los hechos— tomó la decisión de acompañarla a denunciar.
La Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual intervino en la causa y ordenó medidas. Según contó Celene, Basualdo tenía prohibido acercarse, medida que nunca cumplió.
“A mí me pusieron un botón para pedir ayuda si él me amenazaba. Una vez cuando lo encontré merodeando mi casa lo activé y la policía lo detuvo. Pero hace tres días salió y otra vez está rondando por donde vivo. Tengo mucho miedo“, enfatizó.
“Solo quiero vivir en paz”
Celene sostuvo que “solo quiero vivir en paz. Quiero que alguien me ayude con mis papeles para poder tener mi DNI. Hace 7 años que vivo aquí. Mi hijo va a la escuela, está aprendiendo a leer y yo no le quiero quitarle eso”.
“Si alguien puede hacer que en el registro me entreguen mi acta de matrimonio que me ayude porque a mí no me lo quieren dar, quiero pelear por mis derechos porque yo me casé aquí”, remarcó.
Pero a su vez también reflexionó: “Si nadie puede ayudarme y no me puedo quedar aquí porque no tengo a nadie; si me tienen que mandar de nuevo a Guatemala también lo acepto. Quiero que no me separen de mi niño”.
Fuente: El Liberal