La Cancillería convocó a la embajadora británica y escala el conflicto por Malvinas
El Gobierno convocó a la embajadora británica, Kirsty Hayes, tras la visita del secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, a las Islas Malvinas y las distintas medidas que adoptó Londres en el último tiempo.
La Cancillería argentina llamó a la reunión a Hayes para manifestarle el descontento que mantiene por la visita de Cameron a las Malvinas y por la ampliación unilateral del control del espacio marítimo de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Diana Mondino no estuvo presente en la reunión, que fue encabezada por el vicecanciller, Leopoldo Sahores. También participaron la Secretaria de las Islas Malvinas, la Antártida y las islas del Atlántico Sur, Paola Di Chiaro, y la diplomática Marcia Levaggi, actual subsecretaria de Política Exterior.
El conflicto con el Reino Unido viene escalando tensiones en las últimas semanas. Cancillería ya había enviado una nota a Londres con un reclamo por la decisión del Reino Unido de ampliar el espacio marítimo de las islas del Atlántico Sur.
Esta convocatoria es un mensaje distinto al que venía adoptando el Gobierno en el último tiempo. La ministra de Relaciones Exteriores había apostado por negociaciones y reclamos diplomáticos.
El llamado a la embajadora británica que hizo Cancillería este lunes eleva la tensión con Gran Bretaña e intensifica el reclamo que mantiene la Argentina con el Reino Unido.
Según se pudo saber, dentro del Gobierno había un sector que venía reclamando un accionar más concreto por parte de la Cancillería argentina ante los últimos movimientos y decisiones del Reino Unido.
Otro sector del Ministerio de Relaciones Exteriores, por su parte, pregonaba por lo que ellos llamaban una negociación “silenciosa y diplomática” con las autoridades británicas.
Sin embargo, las últimas medidas que tomó el Reino Unido provocaron un giro en la postura del Gobierno en el conflicto por las Islas Malvinas. Una postura que ya había sido advertida con un comunicado en el que Cancillería cuestionó el viaje del canciller británico a las Malvinas.
La visita de David Cameron a las Islas Malvinas sumada a la ampliación unilateral del espacio marítimo de las islas del Atlántico Sur hicieron escalar una tensión que terminó de agravarse con la última medida.
El Gobierno de las Islas Malvinas anunció la construcción de un puerto que competirá con el puerto de Tierra del Fuego y eso terminó por definir el cambio de rumbo en el accionar de la Cancillería.
En la reunión, el Vicecanciller protestó por el contrato del gobierno de las Islas con la empresa Harland & Wolff para la construcción de la nueva terminal portuaria que, además de ser competencia, es una puerta a la Antártida.