La conmovedora historia de Joaquín, el niño pastelero que junta dinero para pagar su operación
Joaquín Nahuel Núñez tiene 10 años y en la última semana se volvió viral por un conmovedor posteo que hizo en Twitter. El niño acaba de abrir un emprendimiento de pastelería para juntar dinero para pagar una operación que necesita de reconstrucción, tras sufrir la quemadura del 25% de su cuerpo. En diálogo con LA NACION habló de sus dos mayores sueños: “Ser pastelero y entrar a Bake Off Argentina”.
Según contó, aprendió a cocinar cosas dulces a los seis años con su abuelo Francisco, quien le enseñó las primeras técnicas. “Yo hacía tortas con él y después me empezó a gustar hacer el decorado y todo”, resaltó el niño, que perfecciona su técnica con tutoriales de YouTube y Google y sueña con ingresar al concurso de pastelería de Telefe para poder continuar aprendiendo.
“Él arrancó a los seis años cuando mi papá le dijo de hacer bizcochuelos para el té. Le hinchaba para hacerlas, pero en ese momento no las hacían con relleno. Después él empezó solo a hacerlas con el relleno y luego vino el decorado de las tortas y así comenzó el interés. Pero eso lo hacía solo”, relata Raquel Escobar, de 29 años, la madre del niño. La primera torta que hizo por iniciativa propia estaba decorada con confites, después fue incorporando otros elementos y diseños más complejos.
Si bien la mayoría de las tortas se destinan a los sorteos que organiza la familia para reunir el dinero necesario para sus operaciones, otra parte es donada a comedores y merenderos. “Hace cuatro meses empezamos a juntar plata para una operación con un sorteo de una torta. Y al tercer sorteo él empezó a sacar tortas bien hechas, con tremenda decoración, bien de dulce de leche”, cuenta su madre.
El accidente que lo cambió todo
Tres años atrás, la familia pasó el peor susto de su vida cuando Joaco tomó una botella de alcohol y la roció sobre unas brasas. El fuego alcanzó gran parte de su cuerpo y tuvo que ser internado en el Hospital de Quemados en Caballito, donde permaneció por más de un mes hasta recuperarse. “Estaba jugando con mi hermano, era el cumpleaños de mi mamá, agarramos el alcohol y había quedado brasa. Le tiramos a la brasa y nos prendimos fuego los dos”, recuerda.
En aquel momento los médicos le dijeron a los padres que con el correr de los años y debido a la cicatriz entre el cuello y su cara se iba a volver más difícil la movilidad de esa parte del cuerpo, por lo que iba a necesitar varias cirugías. “Necesita cuatro expansores cutáneos para una reconstrucción facial que cuestan 500 dólares cada uno y son únicamente para la cara. Esa es la primera que le van a hacer y si sale todo bien siguen con el cuerpo. Pero todo depende de su crecimiento, a medida que vaya creciendo y se vea el movimiento de su cabeza se va a realizar”, explica Raquel.
Raquel cuenta que Joaco se abocó a tortas cada vez más complejas a pesar de no poseer los elementos necesarios para realizarlas. “Empezó a mejorarlas en la parte de arriba, a usar relleno, a usar el pico y la manga. Eso le gustó. Se puso solo a armar muffins, donas, minitortas, pastafrolas. Todo eso lo incorporó solo, porque ninguno de nosotros sabe de pastelería”, asevera.
El pastelero abrió en octubre Delicias JN, una página de Facebook donde vende sus productos. Al momento, hace envíos dentro de General Rodríguez, donde vive y en Merlo y Moreno, porque no cuenta con movilidad para venderlas más lejos.
Los sorteos solidarios
En las redes sociales la familia comenzó a hacer rifas para cubrir los costos del tratamiento y ayudarlo a seguir con su sueño de ser pastelero. “Le preguntamos si quería hacer eso porque vimos que había empezado a manejar muy bien la manga y todo. Entonces le empezamos a comprar todo para que él siga lo que quiere ser. La operación se va a hacer como sea, pero mientras tanto que haga lo que le gusta”, asevera Raquel.
En total son cinco hermanos. “A veces, cuando tengo muchos pedidos, me ayudan ellos”, sostiene el pequeño, que en las últimas horas, pudo cumplir otro sueño: llevarle una de sus tortas a los jugadores de Boca Juniors, el club de sus amores.
“Espero que les haya gustado y si no les prometo que la próxima va a ser mejor. Gracias por confiar en mi”, escribió en Twitter junto a una foto donde posa con Augusto Zambrano, Lisando López, Sebastián Villa y Luis Advíncula.
Cuando le preguntan de quién saca la fuerza para salir adelante, responde: “De mi mamá y mi papá, Raquel y Adam Núñez”. Consultado sobre qué le pasa cuando hace sus preparaciones, Joaco no lo duda: “Me siento feliz”.