La denuncia de Laudelina: “Caillava me trajo el botín de Loan y me dijo que me iba a matar si no lo ponía en el campo”
“Caillava me trajo el botín de Loan y me dijo que me iba a matar si no lo ponía en campo”, dijo Laudelina Peña en la denuncia en la que acusó a la exdirectora de Producción del Municipio de Nueve de Julio y a su esposo de atropellar y matar a Loan, su sobrino de cinco años que está desaparecido desde el 13 de junio.
Según Laudelina Peña, Victoria Caillava y su esposo, el capitán de navío retirado, Carlos Pérez, atropellaron a Loan, lo cargaron en la caja de la camioneta Ford Ranger blanca y se lo llevaron para ocultar el cuerpo. La familiar de Loan manifestó que la amenaza fue en complicidad con el comisario Walter Oscar Maciel, otro de los detenidos e imputados por la causa.
“Escuché el ruido del choque de la camioneta contra Loan”, agregó Laudelina en la denuncia por amenazas y por homicidio culposo contra Caillava y Pérez.
De acuerdo a lo expresado por la tía de Loan, la misma tarde que atropellaron y mataron al niño, de cinco años, Caillava amenazó con matarla si no decía que el pequeño se había perdido en el campo y si no plantaba el botín para encubrir el crimen.
La acusación de Laudelina contra el matrimonio integrado por Caillava y Pérez se consignó en una denuncia que realizó durante la madrugada en la fiscalía de Investigaciones Complejas, de Corrientes, a cargo del fiscal Gustavo Robineau.
Esto significa que la tía de Loan, al ser denunciante del delito de amenazas y homicidio culposo, no quedó detenida ni acusada. Los dichos de Laudelina deberán ser verificados por el fiscal federal de Goya, Mariano De Guzmán, que tiene a su cargo la investigación por la desaparición de Loan.
Hasta que los dichos de Laudelina no sean verificados con las declaraciones de otros testigos o pruebas científicas, el sumario por la desaparición de Loan seguirá en la fiscalía federal de Goya, como una investigación por trata de personas.
Cuando los fiscales del Ministerio Público de Corrientes, Juan Carlos Castillo y Guillermo Barry, acusaron a Caillava y Pérez por la supuesta captación de Loan para entregarlo a una red de trata de personas, tuvieron en cuenta una serie de indicios, entre los que figuraban dos llamados telefónicos y los peritajes de odorología forense que indicaron la presencia del rastro de Loan en la camioneta Ford Ranger blanca y el Ford Ka rojo del matrimonio.
Otro indicio que comprometería a la funcionaria y a su esposo con la desaparición del niño fue que, el 13 de junio a las 14.50, cuando Caillava y su esposo regresaban a Nueve de Julio porque el hombre quería mirar el partido entre Deportivo Riestra y River, recibieron un llamado de Laudelina, en el que le dijo que el pequeño no aparecía. Caillava, aparentemente sin que se lo preguntaran, aclaró: “Mirá que mi marido se crió en la ciudad y él siempre cierra las puertas de la camioneta”.
De acuerdo a la reconstrucción realizada por los investigadores, esa frase habría sido expresada a modo de justificación por la funcionaria para decir que Loan nunca pudo haber subido a la camioneta.
El segundo elemento sospechoso que indicaría cómo era la relación entre Caillava, su esposo y el comisario Walter Maciel. La exsecretaria de Producción del Municipio de Nueve Julio, llamó por teléfono al jefe policial a las 15.15, el 13 de junio. No pasó inadvertido que esa comunicación se concretó cuando María Noguera, madre de Loan, todavía no había radicado la denuncia por averiguación de paradero de su hijo.
Dicha denuncia fue radicada a las 16.15, casi dos horas después que Loan fue visto por última vez en la casa de su abuela, cuando regresaba después de haber ido a un árbol de naranjas. Esto significa que, en un período de una hora, entre que el niño desapareció y el momento en que la madre radicó la denuncia, la funcionaria dijo que fue a su casa, cuando, en realidad, se dirigió en dirección contraria.
Sin embargo, al revisar la información contenida por la base de datos de la antena de telefonía celular situada en uno de los caminos que conducen al campo que el matrimonio posee, en la zona rural, se determinó que el teléfono de la exsecretaria de Producción del municipio local impactó en la mencionada antena.
Esto significa, según fuentes de la investigación, que Caillava y Pérez no dijeron la verdad cuando declararon como testigos. Al descubrir esa contradicción, los responsables de la investigación decidieron volver a realizar una inspección en el mencionado campo, situado a cinco kilómetros de la casa de Catalina Peña, abuela de Loan, el lugar donde el pequeño fue visto por última vez.
Ese campo apareció en la mira de los investigadores durante los últimos siete días. Fue revisado en tres oportunidades, aunque no encontraron ningún rastro de Loan.