La Justicia libera a Marcelo “Teto” Medina y a otros 10 detenidos en la causa que investiga la comunidad “La razón de vivir”

Tras seis días detenido, Marcelo “Teto” Medina fue liberado. El artista quedó vinculado en la causa que investiga a “La Razón de Vivir”, una comunidad terapéutica especializada en adicciones, por reducción a la servidumbre, trabajo forzado, abandono de persona y usurpación de autonomía y títulos.

Como condición para su excarcelación, y al igual que el resto de los liberados, el periodista deberá presentarse en la sede del Juzgado correspondiente el primer martes hábil de cada mes.

Además, le impusieron a todos la “restricción de acercamiento y prohibición de practicar cualquier tipo de contacto, sea personal o por cualquier medio de comunicación, de los nombrados respecto de las víctimas, como así también la restricción de acercamiento respecto de la quinta número 01 de la organización”.

Tenca había adelantado que la liberación de su cliente era inminente. Sin embargo, sorprendió con sus declaraciones en diálogo con Jorge Rial: “Al Teto lo conozco hace mucho tiempo. Muchos años. No puedo decir que soy su amigo porque estaría exagerando, pero sí lo conozco bien. Incluso, he asistido y leí muchos psicofísicos que le hicieron en distintas circunstancias. Y lo que puedo decir de esos estudios es que es como un chico grande. O hablando más directo y más sencillo, el Teto es medio boludón. Está más para ser cooptado en una organización que para él coptar a los demás”.

Teto Medina cobraba por derivar pacientes y dar charlas en “La Razón De Vivir”: “Era un empleado”

En medio de su recuperación por sus problemas de consumo, Marcelo “Teto” Medina sintió la necesidad de ayudar a otras personas y por eso decidió sumarse a varios centros. El reconocido conductor declaró hace unos días ante la Justicia y explicó que él trabajaba con varias organizaciones de este tipo y que recibía dinero por dar charlas y por derivar pacientes.

Adrián Tenca aclaró que Teto Medina era un empleado y reveló cuánto cobrara por su trabajo: “Por cada charla recibía 10 mil pesos que le transferían a su CBU”. Además, explicó que le pagaban cada vez que un paciente llegaba de su parte.

“Captar pacientes es un término jurídico que no corresponde. Él explicó que derivaba a chicos a este tipo de fundaciones. Lo que hacía en esta fundación lo hacía en otros 15 lugares”, detalló y agregó que por esa tarea le pagaban $2500 por persona.