Murió el segundo paciente que recibió un trasplante de corazón de cerdo seis semanas después
Lawrence Faucette, un paciente de 58 años con enfermedad cardíaca terminal, quien fue el segundo en recibir un trasplante de corazón de cerdo genéticamente modificado, falleció. El Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore, Estados Unidos, donde se realizó la operación, informó la noticia mediante un comunicado.
Tras la operación realizada el 20 de septiembre, el veterano de la Marina y científico vivió casi seis semanas. Además, había logrado progresos notables posteriores a su intervención, sin embargo, en días recientes su corazón comenzó a mostrar signos de rechazo.
En el comunicado de prensa, Muhammad M. Mohiuddin, director del Programa de Xenotrasplantes Cardíacos de la Universidad de Maryland, expresó su gratitud al paciente por permitirles avanzar significativamente en la fabricación de xenotrasplantes.
Faucette llegó al Centro Médico de la Universidad de Maryland el 14 de septiembre, padecía de insuficiencia cardíaca terminal. Necesitó reanimación tras un paro cardíaco y, debido a su grave estado de salud, no era elegible para un trasplante de corazón humano.
Sin embargo, al día siguiente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio luz verde para un trasplante de corazón de cerdo genéticamente modificado, en un esfuerzo por extender su vida.
Tras ser informado detalladamente sobre los riesgos, Faucette dio su consentimiento para el procedimiento. Durante el primer mes después de la operación, el corazón de cerdo trasplantado funcionó adecuadamente sin mostrar señales tempranas de rechazo. Incluso estaba trabajando en recuperar su capacidad de caminar, pero todo se complicó.
¿Qué sucedió con el primer paciente que recibió trasplante de corazón de cerdo?
David Bennett fue el primer paciente que recibió un trasplante de corazón de cerdo genéticamente modificado, pero murió dos meses después de la operación. El hombre, de 57 años y paciente de una enfermedad cardíaca terminal, fue operado el 7 de enero de 2022 en el Centro Médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, EEUU.
La operación, que se consideró exitosa, era su única opción de vida después de que varios hospitales descartaran un trasplante convencional. La condición de Bennett se deterioró varios días antes de su muerte y fue sometido a cuidados paliativos. El equipo médico de la institución expresó su conmoción por la pérdida y agradecimientos a Bennett por su papel histórico en el avance del xenotrasplante.
¿Cuáles son los obstáculos para el trasplante de órganos de animales?
Debido a la escasez de órganos humanos disponibles para trasplantes, se busca salvar vidas a través de los xenotrasplantes. Esta es una práctica con historia, que data de 1905, con el primer trasplante de riñón de conejo a un niño con enfermedad renal. Posteriormente, se intentó el uso de órganos de ovejas, cerdos y primates desde la década de 1950.
El profesor Philip Cardiff, de la Escuela de Ingeniería de Materiales y Mecánica y director del Centro Tecnológico Bekaert, explicó los principales desafíos de esta práctica:
“Uno de los obstáculos es el rechazo del órgano por parte del receptor. Cuando se trasplantan órganos de determinadas especies animales a seres humanos, el sistema inmune humano puede reconocer y atacar rápidamente el tejido extraño. Esta respuesta inmunitaria inmediata puede provocar coágulos sanguíneos, inflamación y una falla rápida del órgano”, señaló el especialista, quien recibió 2,1 millones de dólares para hacer un proyecto durante cinco años en xenotrasplante por parte del Consejo de Investigación Europeo.
Además, mencionó la “compatibilidad fisiológica” como un inconveniente, ya que la diferencia en los órganos animales puede conducir a problemas funcionales y complicaciones postrasplante.
Cardiff señaló que un problema “es la posible transmisión de enfermedades infecciosas del animal donante al receptor humano. Los animales utilizados para xenotrasplantes, como los cerdos, pueden ser portadores de virus inofensivos para ellos, pero nocivos o incluso mortales para el ser humano”.