“Sacrifiquen a los débiles”: el nefasto cartel en una protesta contra la cuarentena
Un cartel sobresalió entre los muchos que se vieron esta semana en capital de Tennessee, en el sur de los Estados Unidos, en una manifestación para pedir que se reanuden las actividades con normalidad a pesar de la pandemia de coronavirus Covid-19, que ya provocó 46.399 muertes en todo el país.
El cartel viral no tenía juegos de palabras ni preguntas punzantes, sólo una sentencia: “Sacrifiquen a los débiles, reabran Tennessee”.
Aunque el gobernador de Tennessee, Bill Lee, anunció que las actividades se reanudarán el 1 de mayo, cientos de personas se reunieron frente al Capitolio en Nashville, la capital del estado, para reclamar que la “reapertura” sea de inmediato, informó el sitio News Channel 9.
En esa manifestación se la vio a la mujer con su pancarta roja con letras pegadas y mensaje inhumano. Estaba sola, y con la cara apropiadamente tapada por un barbijo negro y anteojos de sol que impedirían a sus vecinos reconocerla un día cualquiera.
La imagen se volvió viral después de que saliera en televisión en el fondo de un móvil en un canal de noticias.
En tanto, Estados Unidos ya registró 842.319 casos acumulados de coronavirus Covid-19, de los cuales 46.399 resultaron fatales. La mayoría de las muertes se produjo en el estado de Nueva York, en el noreste del país, pero hubo 90 en Tennessee.
Nueva York, foco mundial del coronavirus Covid-19 con 138.435 casos y 9.944 decesos confirmados y 5.052 probables, congelará asimismo temporalmente los cuerpos de algunas víctimas de la Covid-19 para reducir la presión sobre hospitales, morgues y funerarias, según precisó la municipalidad.
Se trata de cuerpos que en su mayoría no han sido identificados o que nadie ha reclamado y se trasladarán desde las morgues a camiones congeladores con el objetivo de que no se descompongan hasta que puedan ser llevados a un lugar definitivo en un plazo que puede llegar a hasta un año.
Esta decisión supondrá el fin de los entierros en la fosa común de Hart Island, en el distrito de Bronx, que hasta ahora se había usado para aquellas víctimas de coronavirus que no pudieron ser identificadas o que no habían sido reclamadas por algún pariente en un plazo de 15 días tras el fallecimiento.
Desde el siglo XIX, Hart Island ha sido el lugar donde descansan los restos de aquellos neoyorquinos que mueren sin que nadie los reclame.