Se cumplen 10 años de la desaparición de María Cash
Lo que empezó como una aventura para emprender como diseñadora de modas en Jujuy se convirtió en una pesadilla de la que la familia Cash nunca despertó. El 5 de julio de 2011 María se bajó del micro en Tucumán porque “había gente que no le gustaba”, según recordó su hermano Máximo.
Luego todo se vuelve confuso: se subió a otro micro a Jujuy pero se bajó en Rosario de la Frontera, Salta, desde donde un camionero la llevó a la capital de Santiago del Estero. De ahí llegó a San Salvador de Jujuy el 6 de julio de 2011, con un pasaje de micro comprado por un amigo desde Buenos Aires.
Por un motivo aún desconocido, María Cash sale de Jujuy camino a Salta. Su paso por el Hospital San Bernardo, en la capital de esa provincia, quedó registrado.
Pero para las 4 de la madrugada del 8 de julio una testigo dijo que le tocó la puerta para albergarse en su casa sobre la calle Tavella. Frente a ese domicilio funcionaba un prostíbulo, lo que alimentó la teoría de que la joven había sido víctima de una red de trata de personas.
Doce horas más tarde, María Cash fue vista por última vez en un santuario de la Difunda Correa ubicado sobre la ruta 9 al sur de Rosario de la Frontera, en Salta. El lugar es poco más que un chaperío y hay mucha gente, y el camionero que la llevó hasta ahí aseguró que le avisó que no conseguiría a nadie más que la levantara y la llevara a un lugar seguro.