Tenía 14 años y murió jugando al fútbol
Agustín Lazarte había ido a jugar al fútbol como todos los sábados. Se puso la camiseta de la filial tucumana de Argentinos Juniors y fue con su familia al predio de San Martín de Tucumán. Fue en cuestión de segundos, minutos como mucho, que perdió la vida. “Él era un chico sano”, dijo a TN Mariana Juárez, la mamá del adolescente de 14 años.
La situación fue tan rápida que casi no hubo tiempo para reaccionar. Mariana estaba viéndolo jugar mientras cuidaba a su otro hijo, de 2 años. Bajó la vista para cuidar al menor y cuando volvió a ver el partido se encontró con Agustín tendido en el suelo.
“Cuando miré a la cancha estaba tirado. Me di cuenta de que era él y cuando lo miré convulsionó”, relató Mariana sobre el trágico momento. No hubo tiempo para lamentos y en cuestión de segundos los padres ingresaron a la cancha para asistirlo.
Mariana contó que la madre de uno de sus compañeros entró a la cancha para tratar de salvarle la vida, mientras todos esperaban la presencia de un médico o de una ambulancia. “Nadie sabía bien qué hacer”, agregó.
En ese momento las autoridades del club le confirmaron a ella que no había ninguna ambulancia en todo el predio, donde también se estaban disputando otros partidos. “Lo sacamos de la cancha y no había ambulancia, ni enfermeros, ni nada”, detalló.
Fue entonces que decidieron subirlo al auto de uno de los profesores de Argentinos Juniors y trasladarlo a un hospital local, pero cuando llegaron al centro de salud ya estaba sin vida. “Desde que se cayó al piso hasta que lo sacaron de la cancha pasaron cinco minutos, pero antes de subirlo al auto creo que estaba sin vida”, contó su mamá.
Lo llamativo del trágico episodio es que, según relató Mariana, Agustín se había levantado como todos los días y no se sentía mal: “Jamás me dijo que le dolía nada, era un chico sano. Ese día estaba con sus amigos, mostrándole los botines nuevos que le había comprado la tarde anterior”.
“La autopsia todavía no la tengo, todos hablan de que fue culpa del golpe de calor, de la muerte súbita. No puedo asegurar nada porque no tengo la autopsia y él nunca me dijo que se sentía mal antes de ir”, remarcó la mamá de la víctima.
Lo cierto es que ahora todas las miradas de la familia apuntan contra el rol de San Martín de Tucumán y la falta de un médico en el predio donde ocurrió la tragedia. “El complejo ese es uno de los más grandes de Tucumán”, explicó Mariana.
La mujer detalló que la ambulancia llegó recién cuando ya habían salido del complejo deportivo y reveló que evalúan iniciar acciones legales: “Tendría que haber habido una ambulancia ahí. Si había alguien que me podía ayudar, hoy a mi hijo lo tenía”.
“Todavía no puedo confirmar si haremos o no algo contra el club. Alguien tiene que pagar por lo que pasó con mi hijo para que no vuelva a pasar esto con otra persona, porque este dolor no se lo deseamos a nadie”, señaló.
En ese sentido, la mujer destacó el rol de Argentinos Juniors y criticó la reacción de las autoridades de San Martín de Tucumán: “Se borraron completamente, ni siquiera una llamada. El domingo llevaron una corona solamente con el escudo del club, nadie ni siquiera nos llamó para darnos las condolencias. Se lavaron las manos”.
El sueño que Agustín no pudo cumplir: “Le voy a comprar la casa a mi hermano”
Mariana describió a Agustín como un adolescente muy solidario, gentil y simpático. Nunca con mala cara,el joven de 14 años ayudaba mucho en su casa pese a la ajetreada agenda que mantenía entre la escuela y el club.
“Él era el chico más bueno que había, tenía el corazón más grande del mundo. Jamás tenía un mal día, siempre estaba con su sonrisa. Era la persona más buena de este mundo”, contó su mamá.
La mujer contó que el futbolista de la filial tucumana de Argentinos Juniors tenía una gran relación con su hermano menor, de dos años, y que soñaba con llegar a ser futbolista profesional para poderlos ayudar económicamente.
Así lo recordó su madre: “Su sueño era ser futbolista profesional y tenía un gran futuro. Nos decía que día que fuera famoso nos iba a ayudar a nosotros, que le iba a comprar una casa a su hermano. Yo siempre le decía que si era lo que él quería que la luche y se enfoque para lograrlo.”.
En ese sentido, recordó la relación que tenían sus hijos: “Agustín daba la vida por su hermanito. Hacía tiktoks con él, lo cuidaba. Me decía que vaya tranquila y que se lo dejara para cuidarlo. Jamás mostraba mala cara, jamás hacía algo malo, para él eran todos iguales”.