Israel ordenó expropiar los terrenos donde funcionan las oficinas de la ONU en Jerusalén
En un gesto de escalada ante el escándalo, el Gobierno de Israel ordenó expropiar los terrenos que ocupan las oficinas de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Jerusalén Este. En paralelo, prohibió la entrada en su territorio de la relatora especial Francesca Albanese, después de que hiciera unos comentarios acerca del ataque lanzado sobre la Franja de Gaza el 7 de octubre que las autoridades israelíes consideraron “antisemitas”.
El ministro de Vivienda israelí, Yitzhak Goldknopf, ordenó al director general de la Autoridad de Tierras de Israel (ILA), Yaakov Quint, la expropiación de los terrenos que ocupan las oficinas de la UNRWA en Jerusalén Este.
En una carta, el titular de la cartera de Vivienda le pidió a Quint que ponga fin “inmediatamente” a todos los acuerdos suscritos entre la ILA y la UNRWA a fin de desalojar a la agencia de todos los territorios arrendados al Estado, informó el diario The Times of Israel.
La medida afectaría así a las oficinas de la agencia de la ONU en Maalot Dafna y en Kafr Aqab, ubicadas en Jerusalén Este, anexada informalmente por Israel desde 1967 y que forma parte de los territorios palestinos en virtud del Derecho Internacional.
Goldknopf justificó su decisión en que la UNRWA “actuó al servicio” de Hamas, el movimiento islamista y agrupación terrorista que gobierna la Franja de Gaza, “e incluso participó en la brutal masacre del 7 de octubre”. “Mi intención es poner un fin a esto y echarles de Israel”, agregó.
Las autoridades israelíes redoblaron sus críticas a la UNRWA después de que se diera a conocer que el organismo investigaba a algunos de sus empleados por haber colaborado con Hamas en los ataques lanzados a comienzos de octubre contra territorio israelí, detonante de la actual guerra.
La sanción de Israel a una relatora de la ONU
Francesca Albanese, experta de presunción independiente nombrada por Naciones Unidas, criticó la semana pasada las declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron, que describió el asalto de Hamas en Israel como “la mayor masacre antisemita de nuestro siglo”.
“No, Sr. @EmmanuelMacron. Las víctimas del 7/10 no fueron asesinadas por su judaísmo, sino como reacción a la opresión de Israel. Francia y la comunidad internacional no hicieron nada para impedirlo”, escribió en X.
El canciller israelí, Israel Katz, y el ministro del Interior, Moshe Arbel, calificaron estos comentarios de “escandalosos”, anunciaron que se le “prohibía la entrada en el Estado de Israel”, y pidieron que fuera despedida “si la ONU quiere volver a ser un organismo competente”.
Albanese reaccionó poco después en la misma red social y redobló su apuesta. “La prohibición de Israel no es una novedad: ¡Israel prohíbe la entrada de TODOS los relatores especiales sobre los territorios palestinos desde 2008!”, tuiteó.
“Esto no debe desviar la atención de las atrocidades de Israel en Gaza, que alcanzan un nuevo nivel de horror con los bombardeos contra gente en zonas seguras de Rafah”, añadió.
La relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos había declarado anteriormente que estaba “decepcionada por que algunas personas interpretaran (su) tuit como una justificación de los crímenes de Hamás del 7 de octubre, (que ella ha) condenado enérgicamente en varias ocasiones”.
“Rechazo todo tipo de racismo, incluido el antisemitismo, que es una amenaza mundial”, escribió.
Los relatores especiales de la ONU se definen como expertos voluntarios e independientes designados por el Consejo de Derechos Humanos, al que informan de los resultados de sus investigaciones. Pero el escándalo de la UNRWA y los vínculos de sus empleados derivó en una escalada y un recelo sobre su rol en la mirada de Israel que declaraciones como la de la relatora acrecienta.