Aumentan la nafta y el gasoil: se esperan nuevas subas tras el fin de semana extra largo
En un contexto económico marcado por alta inflación y caída de la actividad, el sector energético argentino se enfrenta a una nueva ola de aumentos en los precios de la nafta y el gasoil. Desde el 1° de abril, los consumidores se verán impactados por una subida significativa en el costo de los combustibles, atribuida tanto a ajustes impositivos como a la fluctuación del mercado internacional y la política económica nacional.
La actualización de los impuestos a los combustibles, descongelado desde febrero, se materializa en un incremento del 34,8% en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), lo que representa una acumulación del 376,61% desde el inicio del año. Esta medida, que busca una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares o el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), es parte de un esfuerzo más amplio por alcanzar un ajuste fiscal del 10% este año, según las metas establecidas por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo.
La repercusión de estos ajustes impositivos se traduce en un aumento nominal de los impuestos a la nafta de $29,96 en todo el país, y de $20,39 al gasoil. Sin embargo, la Patagonia se mantiene como una excepción a esta regla, exenta de estos tributos debido a su condición de productora de los recursos petroleros. En la Ciudad de Buenos Aires, el impacto varía según el tipo de combustible, oscilando entre un 3,7% para la nafta súper y un 1,9% para el diésel premium.
Este incremento, el cuarto en lo que va del año, acumulará al menos un 50% en el precio de la nafta súper en los primeros 95 días de 2024. A pesar de esta tendencia alcista, los precios de los combustibles habían comenzado a desacelerarse respecto a la inflación desde febrero, tras una recomposición súbita después de las elecciones de noviembre.
El sector energético, bajo la dirección del ministro de Economía, recibió instrucciones para moderar los aumentos en un esfuerzo por consolidar la tendencia a la baja de la inflación mensual. A mediano y largo plazo, sin embargo, el Gobierno apunta hacia una liberalización casi total del mercado de combustibles. En reuniones con el sector, funcionarios nacionales revelaron la intención oficial de permitir que los refinadores adquieran petróleo a precios internacionales, a “paridad de exportación”, reflejando así los costos reales en los precios al consumidor.