Carlos III en su primer discurso como Rey, promete servir “de por vida”

El nuevo rey británico, Carlos III, pronunció este viernes su primer discurso como monarca tras la muerte este jueves de su madre, Isabel II. Antes de este evento, el nuevo inquilino del trono tuvo una reunión privada con la primera ministra, Liz Truss.

Carlos III se dirigió a la nación por primera vez en un discurso televisado, y luego se celebrará un oficio religioso en la catedral de San Pablo, al que no se espera que asistan miembros de la familia real, y donde sonará la primera interpretación oficial de ‘God Save The King’.

Discurso

“La reina, mi querida madre, fue un ejemplo para mi y toda la familia (…) Cumplió su promesa de largo servicio que hoy renuevo hoy”, declara Carlos III en su primer discurso.  “Compartimos con todos vosotros un sentimiento de gratitud profundo por los más de 70 años en os que mi madre sirvió”, añade.

“Está claro que mi vida cambiará cuando asuma las nuevas responsabilidades. Ya no será posible más dar mi tiempo y energías a la caridad, que tanto me importa.  Pero sé que este trabajo importante quedará en las manos fiables de otros”, afirma, en referencia a los nuevos duques de Wales, su hijo Guillermo y la princesa Kate.

“Mi querida mujer Camila, en reconocimiento de su leal servicio, se convierte en mi reina consorte”, confirma.

“Cuando la Reina subió al trono, Reino Unido y el mundo todavía estaban lidiando con las privaciones y las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, y seguían viviendo según las convenciones de épocas anteriores. En el transcurso de los últimos 70 años, hemos visto a nuestra sociedad convertirse en una de muchas culturas y muchas religiones”. (…) “Nuestros valores han permanecido, y deben permanecer. El papel y los deberes de la monarquía también permanecen, al igual que la relación y responsabilidad particular del soberano hacia la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia en la que mi propia fe está tan profundamente arraigada”.

“Igual que hizo la reina en su momento con una devoción inquebrantable, también ahora yo me comprometo, durante todo el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”.