Condenado a perpetua por el crimen de un niño, violó por años a su hija durante su libertad condicional
Luego que Mario Alberto “Macolo” Pereyra fuera condenado por el abuso sexual de su propia hija de 15 años, a quien violó sistemáticamente durante 3 años mientras se encontraba en libertad condicional, volvió a tomar relevancia un hecho macabro ocurrido en el año 1996 en Monte Quemado que conmocionó a la opinión pública y que también protagonizó el malviviente.
Se trata del incalificable asesinato de Carlitos Pereyra, el pequeño vendedor ambulante de verduras que con tan solo 11 años fue asesinado por una patota que luego intentó fingir su suicidio colgando a la criatura de un árbol en una zona montuosa.
De esta patota, que buscaba con el asesinato vengarse de un tío policía del pequeño, formaba parte “Macolo“, quien fue condenado a prisión perpetua en el año 2000 junto a los otros integrantes del grupo.
Sin embargo, Pereyra logró conmutar su pena a 24 años de prisión y luego, beneficiado por el 2×1 logró la libertad condicional antes de cumplir 10 años de su sentencia. Fue entonces cuando comenzaron los vejámenes en contra de su propia hija a quien abusó durante 3 años, hecho por el cual fue condenado nuevamente como reincidente.
Durante un contacto con “Buen Día Santiago”, Silvio Carletti, tío del pequeño asesinado, expresó su estupor ante la decisión de la Justicia de liberar al homicida.
“Uno no termina de creer las cosas que hace un sinvergüenza de este tipo. Nosotros no sabíamos que había recuperado la libertad y no nos hubiésemos enterado si no pasaba esto”, explicó.
Carletti agregó que el entorno de Pereyra cuenta con antecedentes delictivos: “Todos en su familia son unos delincuentes”
Sobre el crimen del niño, recordó que “lo llevaron engañado por un camino a una zona montuosa. Lo atacaron cerca de las 10 de la mañana y un par de horas después lo encontraron colgando de un árbol. Eran cerca de 6 sujetos, entre ellos dos hermanos, Manuel y Oscar Landriel y Ramón Santillán. Todos terminaron saliendo en libertad”.
Finalmente, el hombre pidió explicaciones a la Justicia sin salir de su asombro al enterarse que una persona que debía purgar una pena a prisión perpetua haya reincidido en un crimen de tintes tan aberrantes tras haber sido liberado.