El Presidente ordenó una revisión de las contrataciones y exigirá presencialidad plena a los empleados públicos

En su primer día hábil en funciones, el presidente Javier Milei llegó minutos antes de las 8.30 a la Casa Rosada. Su desembarco pasó casi de inadvertido, ya que a esa hora periodistas y camarógrafos estaban en el salón de los Pueblos Originarios para escuchar las declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni. Apenas unos minutos después, comenzó la primera reunión de gabinete del nuevo gobierno, en el salón Eva Perón, en el primer piso del edificio. “!Buen día, buen día!”, dijo con tono enfático el Presidente al ingresar y en su primer encuentro con los funcionarios. Recibió aplausos de los presentes, en una reunión más concurrida de lo pensado y que se extendió por casi una hora y media.

La vicepresidenta Victoria Villaruel, que participó de la reunión de gabinete, dijo con una sonrisa irónica que no se trató de un encuentro “protocolar” y que “avanzamos y discutimos diferentes temas”. En su anunciado combate directo a lo que definió ayer como el “descalabro de la economía”, el Presidente puso en marcha un “inventario general” de la planta pública, la revisión “de cada una” de las contrataciones vigentes, incluidos los convenios con las universidades, y la exigencia de presencialidad “al ciento por ciento” de los empleados públicos en sus lugares de trabajo.

“El descalabro de la economía fue el título de la reunión de gabinete”, dijo el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa posterior a la reunión. Milei y sus ministros debatieron la inminencia de un “fuerte recorte fiscal, con alguna expansión en las partidas sociales” y también “la quita de privilegios”. El Presidente ordenó avanzar con “urgencia” en el relevamiento, una de sus promesas de campaña, en línea con el “inevitable” ajuste del que habló en las escalinatas del Congreso, luego de jurar como presidente.

En la conferencia de prensa matinal, Adorni había precisado el foco y espíritu de las medidas que se están analizando. “Al empleado público hay que ponerlo en valor, lo que vamos a combatir es el empleo militante, que no sólo no aporta, sino que quita. Ese empleo va a dejar de existir”, recalcó el portavoz presidencial, en su primer cara a cara con la prensa, en el salón de los Pueblos Originarios. Luego de la reunión de gabinete, el Presidente retuiteó un mensaje en el que se respaldaba su política de revisión sobre el empleo público. “Se acabó el home office. Jugada bilardista, al que no le gusta puede renunciar tranquilo”, escribió el tuitero Osvaldo Mendeleiev, uno de los preferidos del nuevo Presidente.

“Se dio un panorama general de lo que estamos encontrando, que es una situación realmente devastadora”, dijo Villaruel en el breve contacto que sostuvo con la prensa, a la salida de la reunión, dónde también mostró su expectativa aunque no quiso adelantar sobre el momento de la llegada de los proyectos de ley al Congreso.