Insólito: lo condenaron a perpetua por matar a su ex y a su hijo, y cinco días después se fugó

Roberto Rejas, un ex guardacárcel y perito científico de la Policía de Tucumán, fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen de su ex pareja, Milagros Avellaneda (26), y de su hijo Benicio (2), ocurrido en octubre de 2016; el miércoles pasado. Por decisión del tribunal, fue alojado en un cuartel de bomberos mientras se resolvía su traslado a un penal de máxima seguridad. Pero, cinco días después de escuchar la sentencia, protagonizó una insólita fuga a través de una ventana del baño.

Según informaron medios tucumanos, ayer pasadas las 21.30, Rejas le pidió a un guardia del cuartel de bomberos permiso para ir al baño ubicado en el primer piso porque quería tomar una ducha. Como pasó más tiempo de lo habitual, el custodio encargado de vigilar al femicida entró para ver por qué se demoraba y fue ahí cuando descubrió que se había fugado: se escabulló a través de una ventana y saltó desde una altura de al menos dos metros para ganar la calle y escapar.

Si bien esa es la versión oficial, los investigadores, liderados por el fiscal Marcelo Leguizamón, aún no tienen claro cómo fue la fuga de Rejas y no descartan la complicidad de varias personas. De hecho, según consigna la agencia de noticias Télamexiste la hipótesis de que el femicida planeó escaparse con anticipación y tuvo la ayuda de tres hombres que lo visitaron ayer en el cuartel de bomberos.

Además, creen que después de saltar los dos metros tras salir por la ventana, un auto lo esperó estacionado sobre calle hacia la cual daban las duchas. Por ahora, no se identificó al guardia que se encontraba a cargo de la custodia del detenido.

Tras el escándalo, el ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley, y el jefe de la fuerza de seguridad provincial, Manuel Bernachi, adelantaron en una conferencia de prensa realizada desde la Casa de Gobierno que ofrecerán una recompensa de hasta $ 2 millones para aquel que aporte datos que permitan la captura del doble asesino.

La decisión de ofrecer una recompensa se tomó luego de mantener una reunión con el gobernador encargado Osvaldo Jaldo, quien reemplaza a Juan Manzur, de licencia porque ocupa el cargo de Jefe de Gabinete del Presidente. Entre otras de las medidas para encontrar a Rejas, se supo que la Justicia alertó al personal de seguridad dispuesto en los pasos fronterizos para que controle todos los vehículos que salgan de la provincia.

Otro de los datos que hoy toman mayor relevancia fue que ayer por la mañana, Amalia Ojeda, madre de Milagros, realizó una denuncia por amenazas en la comisara 11°, ya que aseguró haber sido interceptada en la calle por dos jóvenes que le dijeron: “Vieja de mierda, cerrá la boca porque te vamos a matar, dejá de hacer quilombo”, según consta en la declaración.

“Ni cinco días duró la detención de Roberto Rejas”, se quejó Amalia este martes en medio de una marcha frente a los Tribunales. Indignada, la mujer apuntó a las autoridades, a las que tildó de cómplices, según publica el diario La Gaceta de Tucumán. “Rejas no se escapó, eso lo tengo bien en claro. ¡Vamos! Que sean investigados inmediatamente. Detención para la guardia que estuvo a cargo. A Rejas le abrieron la puerta, hubo plata ahí”, cuestionó.

Además, afirmó que “desde Tribunales sabían que había peligro de fuga”. “¿Por qué lo pusieron en Bomberos? Inmediatamente (debió haber sido enviado) a la cárcel. Queremos que se haga presente el ministro de Seguridad, Claudio Maley, ¿Dónde estás? Durante cinco años no apareciste”, reclamó.

Un doble crimen escabroso, una búsqueda de Google y dos cuerpos que todavía no aparecen

Milagros y Benicio fueron vistos por última vez el 28 de octubre de 2016 cuando salieron de su casa, ubicada en el Barrio Lola Mora, donde ambos vivían junto a otro hijo de la mujer y a Amalia. Cuando la abuela fue hasta la comisaría 11ª de San Miguel de Tucumán, frente al Parque 9 de Julio, para denunciar la desaparición de su hija y del nene, los policías de guardia intentaron convencerla de que se había ido sola, que era grande, que esperara unos días. Pero Milagro y Benicio nunca volvieron.

Según se determinó en la investigación, ambos estuvieron en la zona del Parque 9 de Julio a bordo del auto de Rejas, a quien la mujer le reclamaba que reconociera al niño como propio. En ese momento, Milagros le envió mensajes a una amiga, en los que le manifestaba que su ex pareja la estaba golpeando. Esa fue la última actividad que se registró en el celular de la joven.

Luego, se determinó que los asesinó e hizo desaparecer los cuerpos. Además, se comprobó que ese día en que desaparecieron Milagros y su hijo, el ex oficial de la policía de Tucumán apagó su celular por siete horas.

También, en el marco de la causa, la Justicia realizó allanamientos en la casa de Rejas y en su auto, donde se encontraron machas de sangre. El femicida dijo que pertenecían a un chancho, aunque las pruebas realizadas dieron positivo en sangre humana. Sin embargo, la cadena de ADN estaba incompleta y no se pudo determinar con certeza a quién pertenecía.

Hubo otro elemento escalofriante y de gran importancia: las pericias realizadas al teléfono de Rejas revelaron que horas después de la desaparición de Milagros y del nene, el hombre buscó en Google desde su celular la frase “descomposición rápida de cadáver”.

Además de la decisión de enviarlo a un cuartel de bomberos, el fallo indicó que si el condenado decidía aportar datos acerca de dónde se encuentran los cuerpos de la mujer y el niño, se reconsiderará la pena impuesta. Rejas nunca dijo nada.