La Copa América en Brasil dejó una variante de coronavirus más transmisible y una mutación inédita

Detectada por primera vez en Colombia, la variante B.1.621 de coronavirus también llegó a Brasil, donde fue registrada en dos hombres que formaban parte de las delegaciones de Ecuador y Colombia que disputaron la Copa América en el país sudamericano.

Ambos casos fueron diagnosticados en Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso.

La B.1.621 fue descrita por primera vez en enero de 2021 en Colombia. Desde entonces, se ha extendido a otros 19 países de América y Europa, según el sitio web Pango Lineages, que reúne a expertos en vigilancia genómica de diversas universidades y centros de investigación.

Por ahora, los lugares con más casos de covid-19 relacionados con esta variante son Estados Unidos, Colombia, España, México y Holanda.

¿Qué tiene de diferente esta variante y qué ya sabe la ciencia al respecto?

Actualmente, la B.1.621 forma parte de una “lista de alerta” de la Organización Mundial de la Salud junto con otras versiones virales que necesitan ser monitoreadas y estudiadas.

Como es relativamente nueva, aún no fue nombrada con una letra griega, como sucedió con la variante Alfa (Reino Unido), la Beta (Sudáfrica), la Gama (Brasil) y la Delta (India).

Una sopa de letras y números

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Europa señala que la B.1.621 trae al menos cinco mutaciones importantes en la proteína de espiga, la estructura que se encuentra en el exterior del coronavirus y es responsable de pegarse en los receptores de nuestras células y dar inicio a la infección.

Cuatro de estas alteraciones genéticas (E484K, N501Y, D614G y P681H) ya se habían observado en otras variantes más preocupantes, como Alfa, Beta, Gamma y Delta. Pero la mutación R346K parece ser nueva y no se ha descrito en otras versiones del virus.

Estas modificaciones en el código genético pueden hacer que el agente infeccioso sea aún más transmisible, lo que representa un peligro para el control de la pandemia.

El CDC europeo también informó que esta variante podría tener algún impacto en la inmunidad obtenida después de haber pasado la covid-19 o por vacunación, pero esto aún debe estudiarse más a fondo.

Presencia en Colombia

En la práctica, esta versión del coronavirus parece haberse propagado con relativa facilidad a ciertos lugares.

Según información de Gisaid, una iniciativa de vigilancia genómica global, la variante representa el 24% de todas las muestras recolectadas y analizadas en Colombia.

En algunas localidades, como Córdoba, Bolívar, Atlántico y Chocó, ya está presente en más del 60% de todas las investigaciones genéticas realizadas desde principios de año.

La situación de la pandemia en Colombia, de hecho, es muy preocupante: el país latinoamericano tiene actualmente el tercer peor promedio móvil de muertes del mundo (solo por detrás de Namibia y Túnez).

Pero, ¿esta variante tiene algo que ver? Se desconoce. Colombia no cuenta con un sistema bien estructurado de vigilancia genómica del coronavirus, que realice una gran cantidad de pruebas diarias. Por eso, no se puede conocer con exactitud la presencia y el impacto de las variantes en el país.

Aun así, la B.1.621 ha llamado la atención del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud.

En un artículo publicado en mayo, muestran su preocupación por “el rápido aumento de la frecuencia” de esta variante “en poco tiempo”, especialmente en ciudades que “parecían estar cerca de una eventual inmunidad colectiva”.

La situación en Brasil

El virólogo Fernando Spilki, profesor de la Universidad Feevale de Rio Grande do Sul, señala que, por ahora, no hay razón para entrar en pánico con la variante B.1.621.

“Hay pocos casos reportados en Brasil. Está claro que hay que monitorearla, pero los datos de Colombia y otros países no indican mayor agresividad, a pesar del aumento de casos en algunas regiones”, evalúa.

“Tampoco tenemos datos sobre una posible resistencia de esta nueva variante a las vacunas ya disponibles”, agrega el especialista.

Según una nota difundida por el gobierno de Mato Grosso, los casos de covid-19 provocados por esta versión del coronavirus fueron detectados en dos hombres de 37 y 47 años, que formaban parte de las delegaciones de fútbol de Ecuador y Colombia, respectivamente.

El 13 de junio, los dos países se enfrentaron en la primera ronda de la fase de grupos de la Copa América. El partido se desarrolló en Cuiabá.

La buena noticia, según información de las autoridades de Mato Grosso, es que los dos pacientes fueron aislados en un hotel luego de su diagnóstico y permanecieron en cuarentena hasta que recibieron un certificado que les permitía regresar a sus países de origen.

Pero aunque el protocolo posterior al diagnóstico se siguió estrictamente, no se sabe si los dos hombres tuvieron contacto con otras personas antes de someterse a los exámenes.

Por lo tanto, existe el riesgo de que hayan extendido la variante por todo el país, de ahí la necesidad de monitorear de cerca la situación y ver si la B.1.621 gana terreno en territorio brasileño o no.

Aún en el terreno de la incertidumbre, no es posible determinar si esta variante causará mayor daño en Brasil, donde están en circulación otras versiones del coronavirus que son bastante dominantes, como el caso de la Gama, detectada originalmente en Manaus).

Independientemente de las mutaciones en la espiga del virus o del mayor potencial de virulencia, una cosa es cierta: las medidas preventivas contra la covid-19 siguen siendo eficaces y necesarias.

Por ello, es importante reforzar la distancia física, el uso de mascarillas (preferiblemente la PFF2 o N95), la higiene de manos y la circulación del aire en las habitaciones. Otra medida esencial es tomar ambas dosis de la vacuna.

Las vacunas disponibles siguen siendo eficaces contra las variantes ya descubiertas y, con un buen número de personas vacunadas, consiguen evitar que otras versiones aún más peligrosas del coronavirus aparezcan en algún rincón del planeta.