La transformación de Massa: de opositor rabioso al kirchnerismo a superministro del Frente de Todos

Yo no quiero que el kirchnerismo siga, y no tengo problema en decírtelo”, afirmó Sergio Massa en 2015, dos años después de haber roto con el entonces Frente para la Victoria. Con la nueva designación al frente de una súper cartera de Economía, Agricultura, Ganadería y Pesca, y Desarrollo Productivo, el tigrense completa un recorrido que comenzó en 2019 al firmar las paces con Cristina Kirchner.

Después de haber despotricado a lo largo seis años contra el kirchnerismo, Sergio Massa aportó en 2019 a la constitución del Frente de Todos. Se convirtió en presidente de la Cámara de Diputados con el nuevo Gobierno y ahora, en 2022, en medio de una aguda crisis política y económica, tomará las riendas de una cartera clave para enfrentar los retos económicos del país.

El Gobierno oficializó el nombramiento del nuevo cargo del titular de la Cámara de Diputados pasadas las 18. Conocida la noticia, el pasado del líder del Frente Renovador y sus agudas críticas contra Cristina Kirchner entre 2013 y 2019 emergieron otra vez. LA NACION confeccionó un material que repasa su trayectoria en los últimos años. “Yo voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora que nos quieren dejar como parásitos”, llegó a afirmar en la campaña de 2015.

Otro momento en la historia del líder del Frente Renovador tuvo lugar en 2016, poco después de que Mauricio Macri desembarcara en la Casa Rosada. Las noticias de aquellos momentos daban cuenta que el entonces presidente lo había invitado a Massa al Foro Económico de Davos. “Me acompaña uno de los líderes más importantes de la oposición”, dijo entonces Macri.

En 2017, Massa insistió con su perfil opositor, apostó nuevamente a la tercera vía y armó un frente con Margarita Stolbizer. “Yo con el kirchnerismo no voy a la esquina”, afirmaba por aquel entonces en los medios de comunicación. La fuerte polarización entre Esteban Bullrich -apoyado por el Gobierno de Cambiemos- y Cristina Kirchner lo marginó de la batalla por el Senado.

El inicio del 2019 lo encontró a Massa abonando nuevamente a la “ancha avenida del medio”. Sin embargo, el anuncio de Cristina Fernández el 18 de mayo de aquel año sacudió el escenario político y lo obligó a repensar su estrategia. La expresidenta posicionó a Alberto Fernández para encabezar la fórmula presidencial y tender a un frente político más amplio.

Pocos meses después, el 9 de junio, Alberto Fernández tendió un puente para arrimar a Massa al naciente Frente de Todos a través de una entrevista en C5N. “Sergio, volvé a Buenos Aires, tomemos un café y terminemos con este tema”. La frase, pero aún más el gesto, recordado aún en los pasillos políticos, sirvió para despejar dudas del tigrense, que experimentaba resistencia en su tropa propia. De hecho, Graciela Camaño, una de sus históricas laderas, pegó el portazo.

El encuentro arrojó sus frutos. Fernández y Massa anunciaron la conformación del Frente de Todos el 12 de junio. “Hace tiempo que una gran parte de nuestra sociedad espera que nos unamos para salir adelante”, tuiteó por entonces Massa junto a un corazón y una bandera argentina. El partido se impuso en octubre con el 47% de los votos.

Aquellas duras palabras contra La Cámpora sonaron desde entonces a un recuerdo poco grato. Ya como presidente de la Cámara de Diputados, Massa tejió un buen vínculo con Máximo Kirchner, quien se desempeñó hasta principios de este año como presidente de la bancada oficialista.

En medio de las tensiones internas, Massa adoptó una postura equidistante entre “albertistas” y “cristinistas” en los diferentes momentos en los que aparecieron los cortocircuitos. “Cuando hace falta habló con Alberto, con Cristina, o con Axel [Kicillof]”, manifestaba un año después, mientras el país y el mundo lidiaba con las consecuencias de la pandemia.

El contrapunto interno apareció en escena de manera descarnada en 2022 luego de que el país firmara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y desatara la reacción crítica del kirchnerismo duro. Las internas, la invasión rusa en Ucrania, y la inflación descontrolada lo volvieron a poner en escena tras la salida de Martín Guzmán.

De hecho, este miércoles tuvo que salir a aclarar las versiones que ya señalaban su ingreso al Gobierno. “Veo muchos rumores y versiones. No tuve ningún ofrecimiento y recién quedé en charlar con el Presidente sobre la agenda de trabajo entre viernes y sábado”. Finalmente, los acontecimientos se precipitaron. Este jueves, ya fue confirmado como nuevo “superministro”.

LA NACION