Ley ómnibus: postergan la sesión para la semana próxima luego de que el Gobierno perdiera apoyo para aprobar el paquete económico del proyecto
Con negociaciones de último minuto, el oficialismo logró anoche quedarse con el dictamen de mayoría del proyecto de ley ómnibus. A pesar de esta primera victoria legislativa, dos de los bloques que actúan como la llave del quorum para el Gobierno –UCR y Hacemos Coalición Federal– quedaron divididos y se espera que en el recinto el conteo se dé voto a voto en cada artículo. Sin la garantía de contar con la mayoría necesaria para sancionar los puntos nodales del megaproyecto –el incremento de las retenciones y la modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria– fuentes de la presidencia de la Cámara de Diputados confirmaron que esta semana no habrá sesión y convocaron para el martes próximo.
Frente a este escenario, el ministro de Economía, Luis Caputo, condicionó la transferencia de las partidas provinciales al acompañamiento de la ley ómnibus en un tuit intimidante. “Hoy mantuve reunión con el secretario de Hacienda y la subsecretaria de Provincias para delinear todas las partidas provinciales que se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado. No es una amenaza, es la confirmación que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos de equilibrar las cuentas fiscales para terminar con décadas de inflación y flagelo económico”, escribió el funcionario en su cuenta de X.
La carencia de adhesiones suficientes quedó expuesta ayer durante el plenario, donde el proyecto del oficialismo cosechó 55 votos, aunque 34 en disidencia parcial. Solo los 19 integrantes de La Libertad Avanza, más José Luis Espert (Avanza Libertad) –presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda–, y Paula Omodeo (Creo) firmaron el dictamen de mayoría sin objeciones.
En tanto, en el resto de los bloques el acompañamiento al proyecto del Poder Ejecutivo fue parcial y dividió las posiciones intrapartido. Todas las disidencias, no obstante, se concentraron en dos puntos cruciales del proyecto que podrían comprometer el logro del déficit cero, sobre el que el Gobierno cimenta su política económica: la suba de los derechos de exportación para los productos del complejo cerealero y la carne, y la modificación de la fórmula por la que se actualizan los haberes previsionales.
La complejidad de la situación quedó expuesta en el hecho de que hasta este miércoles a la tarde todavía no se conocía la letra precisa del dictamen por mayoría y tampoco las firmas que quedaron plasmadas en él, un proceso que debería estar concluido antes de la convocatoria a sesión.
En la UCR, ocho diputados votaron en sintonía con el proyecto, aunque con disidencias principalmente en la delegación de facultades, la reforma electoral que aumenta el financiamiento privado de las campañas políticas, así como el paquete fiscal. Los ocho diputados restantes de la UCR, referenciados con Facundo Manes, se abstuvieron y no firmaron ningún dictamen. “Ni por la forma ni por el fondo”, señaló el neurocientífico a través de X poco antes del inicio del plenario. Se espera que la división en el partido centenario prevalecerá en el recinto y, de los 34 integrantes de la bancada presidida por Rodrigo de Loredo, una decena podría oponerse de plano al megaproyecto. En esa línea, forzarán las modificaciones sobre los puntos que objetaron en la votación particular en el recinto.
El mismo procedimiento adoptarán en la bancada que lidera Miguel Ángel Pichetto, donde la heterogeneidad de sus integrantes se plasmó en la forma en que se expidieron durante el plenario. De los nueve representantes de este bloque, cuatro –Nicolás Massot (Buenos Aires) y los cordobeses Ignacio García Aresca, Juan Fernando Brugge y Oscar Agost Carreño– adhirieron al dictamen del oficialismo con disidencias, mientras que los tres diputados de la Coalición Cívica –Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Paula Oliveto Lago– firmaron un texto propio. La socialista Mónica Fein (Santa Fe) y Margarita Stolbizer (Buenos Aires), del GEN, también presentaron dictámenes de manera individual.
En la UCR, ocho diputados votaron en sintonía con el proyecto, aunque con disidencias principalmente en la delegación de facultades, la reforma electoral que aumenta el financiamiento privado de las campañas políticas, así como el paquete fiscal. Los ocho diputados restantes de la UCR, referenciados con Facundo Manes, se abstuvieron y no firmaron ningún dictamen. “Ni por la forma ni por el fondo”, señaló el neurocientífico a través de X poco antes del inicio del plenario. Se espera que la división en el partido centenario prevalecerá en el recinto y, de los 34 integrantes de la bancada presidida por Rodrigo de Loredo, una decena podría oponerse de plano al megaproyecto. En esa línea, forzarán las modificaciones sobre los puntos que objetaron en la votación particular en el recinto.
El mismo procedimiento adoptarán en la bancada que lidera Miguel Ángel Pichetto, donde la heterogeneidad de sus integrantes se plasmó en la forma en que se expidieron durante el plenario. De los nueve representantes de este bloque, cuatro –Nicolás Massot (Buenos Aires) y los cordobeses Ignacio García Aresca, Juan Fernando Brugge y Oscar Agost Carreño– adhirieron al dictamen del oficialismo con disidencias, mientras que los tres diputados de la Coalición Cívica –Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Paula Oliveto Lago– firmaron un texto propio. La socialista Mónica Fein (Santa Fe) y Margarita Stolbizer (Buenos Aires), del GEN, también presentaron dictámenes de manera individual.
De hecho, Fernández fue el único diputado de Unión por la Patria que no votó con su bloque y terminó avalando, con disidencias, el dictamen del oficialismo. Es que Jaldo profundizó las negociaciones con el Gobierno, vía Francos, para mantener la vigencia de la Ley 25.715 del Azúcar, que protege a ese sector a través del establecimiento de aranceles para la importación de azúcar. Además, persisten las tratativas para aumentar progresivamente los cortes de bioetanol –que se obtiene a partir de la caña de azúcar– y biodiesel, y limitar la participación de las empresas hidrocarburíferas. Fernández, además, es el exintendente de Aguilares, una ciudad del interior de Tucumán con una fuerte presencia de la industria azucarera.
Por último, el dictamen de minoría fue el del peronismo (Unión por la Patria), con 45 firmas. Este compendio, liderado por Germán Martínez, no solo perdió la pulseada en comisiones, sino que, ante la escisión de tres de sus integrantes tucumanos ahora el bloque quedó con 99 voluntades.
Fuente: La Nación