Los porcentajes que necesitan Milei, Bullrich o Massa para ganar en primera vuelta o en balotaje

Conocidos los resultados de las Paso, donde Javier Milei obtuvo un sorprendente 30% del total de los votos, dejando atrás a las dos principales coaliciones (Juntos por el Cambio con 28% y Unión por la Patria con 27%): se confirmó el escenario de tres tercios que había planteado la vicepresidenta Cristina Kirchner. En esa oportunidad, también había señalado que la clave estaba en poder ingresar al balotaje.

A partir de los datos surgidos de las Primarias, surgen las especulaciones y conjeturas sobre lo que puede pasar en las Generales y también, si el nuevo presidente emergerá el 22 de octubre (primera vuelta) o bien, si será necesaria una segunda vuelta el 19 de noviembre, entre los dos candidatos más votados.

Y la Constitución Nacional es clara en su letra, sobre qué es lo que tiene que pasar para que un candidato o candidata sea elegido en primera vuelta, o si será necesaria una definición mano a mano en segunda vuelta o balotaje entre los dos binomios que más porcentaje sacaron en las Generales.

El artículo 97 reza: “Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.

Pero no es la única posibilidad que tiene una fórmula para imponerse en primera vuelta, y así lo refleja el artículo 98 de la Carta Magna. “Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el 40% por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de 10 puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.

De no darse cualquiera de estas dos circunstancias, que el ganador saque más del 45% o al menos el 40% y 10 puntos porcentuales de diferencia sobre el segundo, entonces será necesaria la segunda vuelta o balotaje.

Recordemos que en las elecciones Paso 2023, las tres fuerzas más votadas fueron:

1) 30,04% Javier Milei – Victoria Villarruel (La Libertad Avanza).

2) 28,27% Patricia Bullrich – Luis Petri (Juntos por el Cambio).

3) 27,27% Sergio Massa – Agustín Rossi (Unión por la Patria).

Por lo pronto, todas están al menos a 15 puntos porcentuales de llegar al 45%, o el 40% más 10 puntos de diferencia sobre el segundo, para ganar las Presidenciales.

Antecedentes

En las dos últimas elecciones se eligieron presidente y vice en distintas circunstancias: segunda vuelta, en 2015; y primera vuelta 2019.

En 2015, en balotaje, se impuso con un 51.34% de los votos, la fórmula Mauricio Macri-Gabriela Michetti (Cambiemos), a la de Daniel Scioli-Carlos Zannini (Frente para la Victoria), que sacó 48.66%.

Y aquí hay un punto a tener en cuenta de por qué se llegó a segunda vuelta: en las Generales se impuso el Frente para la Victoria con un 37,08%, y segundo quedó Cambiemos con un 34,15%. Pero además, hubo un tercer actor decisivo con su porcentaje, para que se produjera el balotaje: Sergio Massa (Frente Renovador, Unidos por una Nueva Alternativa) que sacó el 21.39%.

Elecciones 2019

Muy distinto es lo que pasó en las elecciones presidenciales de 2019. Con el 48.24 % de los votos, ganó en primera vuelta el binomio Alberto Fernández -Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos). Segundo con 40.28 % quedó la fórmula que integraban el por entonces presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto (Juntos por el Cambio). Pese a la importante remontada del oficialismo (en las Paso había obtenido el 31.80 % de los votos contra el 47.79 % del FdT), no le alcanzó para llegar a segunda vuelta.

Qué es el voto en blanco, cómo se contabiliza y cuál es su incidencia en el escrutinio

Se considera voto en blanco cuando el sobre no contiene ninguna boleta o en el interior hay un papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes. Se diferencia del nulo o impugnado.

La Cámara Nacional Electoral lo considera como un voto válido que “representa una manifestación de la voluntad del elector de abstenerse de elegir entre las diversas propuestas formuladas en un sistema legal de sufragio”.

Se los tiene en cuenta para el cálculo de la Paso, en las que los candidatos deben sacar el 1,5% del voto válido para pasar a la elección general.

Sin embargo, no se los incluye en el total de sufragios sobre los que se calcula el porcentaje de cada candidato en los comicios generales. En los artículos 97 y 98, la Constitución Nacional establece que deben computarse únicamente los “votos afirmativos válidamente emitidos” para proclamar ganadora una fórmula presidencial.

En la práctica, en las elecciones generales favorece a la fórmula más votada. Al dejar afuera el voto en blanco y realizar el cómputo sólo sobre los sufragios afirmativos, los porcentajes crecen y esto ayuda a la principal fuerza a ganar en primera vuelta.