Preocupación por la salud del Papa: no pudo levantarse a saludar a los periodistas en un vuelo
El dolor de rodilla del papa Francisco era tan fuerte en su viaje a Bahréin el jueves que no pudo caminar por el avión papal para saludar a los periodistas que lo acompañaban, como suele hacer en cada vuelo.
El Papa, de 85 años, camina con un bastón desde que se rompió un ligamento de la rodilla a principios de este año y a veces utiliza una silla de ruedas, pero durante los vuelos siempre ha logrado caminar para intercambiar algunas palabras con el cuerpo de prensa del Vaticano.
“Hoy tengo mucho dolor y no estoy para moverme por el avión, así que me sentaré y ustedes vendrán a mí”, dijo Francisco a los periodistas durante el vuelo a Bahréin para su visita de cuatro días, la primera de un pontífice al pequeño reino musulmán del Golfo, dedicada en gran parte al diálogo interreligioso.
El Sumo Pontífice explicó que se sometió a fisioterapia el miércoles y que la rodilla siempre le duele al día siguiente de la sesión.
A pesar del dolor, parecía estar de buen humor mientras los periodistas lo saludaban individualmente en la parte delantera de la aeronave.
“Será un viaje interesante que nos hará reflexionar”, opinó Francisco.
Desde su elección en 2013, Francisco ha visitado una docena de países de mayoría musulmana, entre ellos Jordania, Turquía, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Bangladesh, Marruecos e Irak.
Pese a sus problemas de salud y los dolores en la rodilla, Francisco, que se desplaza en silla de ruedas desde mayo, ha querido realizar los cinco viajes al extranjero que tenía programados para 2022, incluida su estancia de una semana en julio en Canadá.
No obstante, se ha visto obligado a aplazar su viaje a África en la primera semana de julio, en el que tenía previsto visitar la República Democrática del Congo y Sudán del Sur por problemas de salud.
“Aceptando la petición de los médicos y para no anular los resultados de las terapias de rodilla aún en curso, el Santo Padre con pesar se ve obligado a aplazar el Viaje Apostólico a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur previsto del 2 al 7 de julio, a una nueva fecha por definir”, dijo entonces el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, quien aclaró que “posponer no es cancelar”.
La Santa Sede informó ayer que se espera que el Papa viste esos países africanos a principios de febrero de 2023.
La visita del 3 al 6 de noviembre tiene como objetivo mejorar los lazos con el mundo islámico, pero el Papa también debe sortear un conflicto en Bahréin sobre los derechos humanos que enfrenta a la monarquía musulmana suní con su oposición musulmana chií.
Francisco intervendrá en el “Foro de Bahréin para el diálogo: Oriente y Occidente para la coexistencia humana”, mantendrá conversaciones con el rey Hamad bin Isa al- Khalifa y se reunirá con el Consejo de Ancianos Musulmanes en una mezquita del complejo del palacio real.
Bahréin ha dicho que el foro interreligioso que acoge durante la visita del Papa tiene como objetivo “cimentar aún más los valores de la paz y la tolerancia”, incluido el diálogo para promover la coexistencia.
El viaje número 39 al exterior del Papa es el segundo a esta región, después de su histórica visita a los Emiratos Árabes Unidos en 2019, en la que lanzó un mensaje de convivencia entre religiones.
“Que cada encuentro sea una ocasión proficua para sostener en nombre de Dios la causa de la fraternidad y de la paz, que hoy necesitamos urgentemente”, adelantó Francisco el martes al referirse a su viaje durante el ángelus en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
Aunque el Vaticano insiste en querer enviar un “mensaje de paz y de diálogo”, la visita también ha suscitado críticas de varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, que acusan a Bahréin de discriminar y marginalizar a los chiitas del país, un 46% de la población, según datos del Vaticano.
Estado insular de 1,4 millones de habitantes, Bahréin cuenta con unos 80.000 católicos, en su mayoría trabajadores provenientes de Asia, en particular inmigrantes de India y Filipinas.