Rosa tenía 36 años y despertó cuando la estaban por enterrar viva
Comenzaron a escucharse fuertes golpes que provenían desde adentro del ataúd de madera, por lo que uno de los familiares forzó la tapa y lo abrió: la mujer tenía los ojos abiertos y presentaba signos vitales.
“Estaba sudando. En ese momento, corrí hasta la oficina lo más rápido que pude y llamé a la policía para notificarles de lo que estaba ocurriendo“, contó el administrador del cementerio a medios locales.
Los médicos que arribaron al lugar pudieron constatar que, efectivamente, la mujer tenía signos vitales, aunque muy débiles, por lo que la trasladaron en el féretro al Hospital Referencial de Ferreñafe.
Sin embargo, las esperanzas de sus seres queridos se desvanecieron con el transcurrir de los minutos: poco después de llegar al nosocomio, los médicos volvieron a certificar la muerte de la mujer.
Ahora, la familia reclama explicaciones sobre por qué se la dio por muerta la primera vez y si la pudieron haber salvado de haber recibido el tratamiento adecuado.