Salvaje ataque en patota de un grupo de rugbiers a un chico de 17 años
Según consignó Página/12 este miércoles el joven agredido fue a la fiesta con tres amigos y allí se encontraron con un grupo de jugadores del Jockey con los que ya habían tenido algunos conflictos en veranos pasados en Cafayate, “por problemas y discusiones de chicas”. “La diferencia es que estos chicos son todos mayores de edad y grandotes, y mi hijo recién cumplió los 17 hace dos meses”, agregó Aragón.
Aseguró además que no era la primera vez que se cruzaban luego de aquellos altercados, ya que frecuentaban muchas veces los mismos lugares “y siempre lo maltrataban, lo escupían y le daban golpes en la cabeza burlándose de él, que es más chico y de contextura chiquita, tiene un metro 70 y no pesa más de 60 kilos”.
“Hace dos semanas, el mismo grupo agarró a uno de los amigos de mi hijo y le pegaron también, ellos siempre van golpeando y maltratando gente”, manifestó el padre del adolescente que se encuentra aún hospitalizado.
El joven identificó a Juan Cruz Aranda, Tomás Colque, Tomás Russo y Carlos Martearena, el hijo del presidente de la Unión Salteña de Rugby. “Apenas entró a la fiesta se encontró con Martearena e intercambiaron insultos”, indicó el padre del golpeado, “y un rato más tarde, cuando estaba solo charlando con una amiga lo abordó este grupo”.
En ese momento, Aranda, que según Aragón juega en Los Pumitas y mide más de un metro 87 y pesa arriba de los 100 kilos, “porque está entrenado para golpearse con los All Black”, fue quien comenzó a increparlo y acorralarlo contra una pared junto a Russo y Colque, y el que termina pegándole un cabezazo en la zona del rostro que “le dejó el pómulo destruido”, pero también le generó que se golpee contra la pared “produciéndole un tajo y la conmoción que tuvo”, explicó el padre.
El joven cayó aturdido “y todos empezaron a pegarle piñas y patadas en el piso, cuando mi hijo estaba hecho una bolita”. “Ahí estaban Russo, Aranda y Colque, a los que se sumaron otros chicos que él no conoce”, aclaró, y sobre Martearena indicó que no fue el que comenzó a pegarle “pero cree que cuando estaba en el piso pudo hacerlo, porque estaba en el grupo de los golpeadores”.
La prima del joven agredido fue uno de los testigos de la brutal agresión y aseguró que Martearena fue uno de los que participó de la golpiza. “Si no era por ella que se le tiró encima a Aranda, porque no lo podían frenar, y comenzó a gritar para que lo suelte, esto terminaba en un caso Báez Sosa dos”, expresó Aragón haciendo mención al joven asesinado a golpes por ocho rugbiers en enero de 2020 en la ciudad costera de Villa Gesell.
La joven, también menor de edad, añadió en su testimonio que cuando se retiraban con su primo golpeado y mientras lo subían a una “traffic” para trasladarlo, Martearena volvió a buscarlo “gritando que lo iba a matar y no los dejaba salir del lugar”.
La denuncia penal que presentó Aragón motivó la intervención del Ministerio Público Fiscal de Salta. El fiscal que por jurisdicción debía actuar, Federico Jovanovics, se excusó por amistad con la familia de uno de los denunciados, por lo que está actuando el fiscal Gabriel Portal, que ordenó dos peritajes sobre el adolescente.
La fiscalía informó que tras ser examinado por el médico legal de la Policía de la provincia, se certificó la presencia de “inflamación e hinchazón en pómulo izquierdo e inflamación e hinchazón más equimosis en región temporal derecha y que se trata de lesiones recientes”.
El segundo examen, realizado por profesionales del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) el lunes 18, determinó “lesiones leves”. Se solicitó una tomografía para descartar posibles lesiones no visibles.
Entre otras medidas ordenadas, el fiscal solicitó que se verifique la disponibilidad de imágenes de cámaras de seguridad y el relevamiento de testigos. Y pidió al Juzgado de Garantías interviniente que se ordene la prohibición de acercamiento y de ejercer actos de violencia física y psíquica de parte de los denunciados, hacia el adolescente golpeado.