Un show erótico en un consultorio médico familiar desató un escándalo

Jueves, 11 de la mañana. En el Centro de Salud Familiar (CESFAM) de la ciudad de Talcahuano, a 505 kilómetros al sur de Santiago de Chile, comienza el show la cantante Carla Verdugo como parte de las celebraciones por el aniversario del consultorio. En el público hay niños, mujeres y adultos mayores, todos pacientes que esperan ser atendidos, pero observan con atención y curiosidad. Verdugo comienza a interpretar la canción de “Stop!” de la inglesa Sam Brown, pero toda la atención la concentra la bailarina que la acompaña. Una mujer con escasa ropa que comienza a contonearse y a ejecutar pasos de twerking, una suerte de perreo con técnica de danza. La performance sorprende, caen algunos aplausos, pero el registro del peculiar número generaría consecuencias.

En Chile fue el tema de las conversaciones más informales y el caso del baile en un consultorio en la Región de Biobío terminó generando minutos de reflexión y debate en varios programas de televisión. También hubo controversia a nivel oficial con un alcalde dando explicaciones, una cantante afirmando que la bailarina no era parte de su espectáculo y la mentada artista cuestionando la polémica.

La actividad conmemorativa, con globos y ambiente festivo entre los funcionarios, se realizó en el CESFAM Leocan Portus y fue registrada en varios videos que proliferaron en redes sociales. La protagonista fue Johanna Cares, una instructora de twerking, que ejecutó la performance que provocó polémica y el reclamo del alcalde de la ciudad de Talcahuano a través de una declaración.

“Es tradicional que los Cesfam desarrollen en épocas de aniversario celebraciones con los funcionarios, pero también con la comunidad, para generar relación y vínculo con quienes son los usuarios, pero con quienes también son los funcionarios”, introdujo la autoridad.

“En este marco se desarrolló una actividad en el Cesfam Leocán Portus, pero que lamentablemente tuvo un show de unos vecinos que quisieron desarrollar una actividad en esta celebración y que es lo que normalmente se permite, pero fue un show que no estaba ad hoc ni al horario ni a un recinto de atención de salud”, manifestó el edil, quien de paso anunció que la aplicación de medidas administrativas.

“Nosotros hemos instruido el día mismo, el día viernes, cuando nos enteramos de esta circunstancia y de esta situación, se generó inmediatamente el decreto del sumario administrativo correspondiente para buscar las responsabilidades de quienes permitieron también la realización de este show y sin de alguna manera tener las consultas previas, porque estamos hablando de un show con un contenido no apto, me atrevería a decir, con un contenido erótico a las 11 de la mañana y en un lugar donde también había niños”, señaló.

La polémica también salpicó a la cantante, quien aseguró que la presencia de la bailarina no estaba contemplada en el esquema original. “Nunca se me informó que la bailarina (también jurado) iba a presentar su propuesta de show en simultáneo conmigo. Por lo tanto, quiero informar que no tengo ninguna responsabilidad en la idea intelectual de esta participación”, dijo Carla Verdugo. “No somos un equipo de trabajo ni representa lo que yo vendo como cantante”, manifestó.

Por su parte Johana Cares, la instructora de twerking, entregó sus descargos vía redes sociales y fustigó a sus crítico. “Nunca pensé que un simple baile iba causar tanta polémica. Ojalá me llegue más gente a mis clases, si eso es lo que me interesa”, manifestó. “La verdad es que no me preocupa porque yo sé que la gente, con un poco de piel que se vea, le ven el morbo inmediatamente”, sentenció.