Una turba intentó tomar una subcomisaría donde estaba detenido un familiar: dos policías heridos

Dos policías terminaron heridos en Lugones, departamento Avellaneda, al ser atacados a golpes al menos por media docena de sujetos que coparon el edificio de la subcomisaría, decididos a evitar el secuestro de una motocicleta y envalentonados por su conductor, que minutos antes había sido sorprendido sin casco ni luces en un control de rutina.

El escándalo comenzó en la avenida Ángela Rivas del barrio Chimpa. Mientras los policías controlaban el tránsito y retenían algunas unidades que se encontraban en falta. En un momento arribó un individuo en una  motocicleta Zanella ZR 150 cc y los uniformados pidieron al sujeto detener la marcha, ya que se conducía sin casco ni luces encendidas.

Invitado a descender y presentar la debida documentación, el motociclista insultó a los efectivos, los amenazó e intentó agredirlos. Sin embargo, los policías a cargo del operativo lograron reducirlo y llevarlo detenido a la subcomisaría. Fue identificado como Enerio Gómez, de 20 años.

En pleno viaje, aparecieron de atrás dos sujetos en motocicleta. Aceleraron y lograron darles alcance a los policías en la vereda de la subcomisaría, donde hubo gritos, cuestionamientos, insultos, amenazas y golpes.

Además, en la plaza, al frente del edificio policial, se encontraban varios jóvenes, todos parientes de Enerio. En menos de 30 segundos, el clan de los Gómez literalmente tomó por asalto el organismo policial y los integrantes descargaron su ira en los policías.

Los nuevos exaltados fueron identificados como “Ñato” y “Víbora”, padre y hermano del motociclista. A los silbidos y gritos, estos dos individuos habrían llamado a los parientes de la plaza. Superados entonces en número, los policías ingresaron al edificio y retornaron con bastones.

Afuera, los civiles no esperaron y comenzaron a golpear a los uniformados. En pleno descontrol, “Ñato” se apoderó de la motocicleta de su hijo. Con la misma habría atacado al oficial Mariano Coronel a quien le provocó un corte profundo en la frente. Coronel habría ingresado ensangrentado a la subcomisaría y regresó con una escopeta 12/70. Con dos disparos antitumulto logró disuadir a los rebeldes, quienes emprendieron una inmediata retirada.

Restablecida la paz, el sujeto apodado “Ñato” fue esposado y alojado en una celda. Anoche se supo que reside en el paraje Caspi Cuchuna. Con dos Gómez presos, de inmediato los policías heridos fueron llevados a una posta de Herrera para ser asistidos.

La fiscal Alejandra Sobrero, dispuso que “Ñato” quedara aprehendido acusado de “atentado y resistencia a la autoridad”.