Violencia y acoso en el ámbito del trabajo: ¿por qué es fundamental la ratificación del Convenio 190?
Un estudio elaborado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y NODOS a fines de 2019 reveló que en nuestro país una de cada cuatro mujeres y otras feminidades sufre violencia y acoso en el ámbito laboral.
El 58% de las consultadas señalaron que al jefe o jefa como la persona que ejerció el acoso y el 41% a un compañero. Pero no es lo más habitual que suceda ante hechos similares.
Seis de cada diez personas encuestadas dijo que en su lugar de trabajo no hay programa de prevención y erradicación del acoso y violencia laboral, ni espacios para hacer denuncias.
Este tipo de violencia machista es de las menos visibilizada y afecta directamente a las trabajadoras, más aún en un momento en que incremento del desempleo y trabajos precarios.
En la apertura de sesiones ordinarias, el presidente Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso el proyecto de ley para la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la violencia y el acoso laboral que se suscribió en la Conferencia que el organismo celebró en Ginebra en 2019.
Cuando se vote, Argentina se convertirá en el tercer país del mundo en ratificar el Convenio, después de Uruguay y España. Tendrá rango constitucional y nuestro país deberá adecuar la legislación para prevenir y sancionar esa modalidad de violencia machista que afecta casi en su totalidad a mujeres y disidencias que trabajan.
¿De qué se trata el Convenio 190?
La norma busca erradicar y prevenir “comportamientos y prácticas inaceptables o de amenazas de tales comportamientos, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida que tenga por objeto que causen daños físicos psicológico, sexual o economía e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.
Su ámbito de aplicación se extiende más allá del propio espacio del trabajo ya que incluye los desplazamientos; viajes, eventos o actividades sociales de formación; comunicaciones laborales, como los mensajes de WhatsApp, y otros espacios públicos o privados que comparten trabajadores con superiores jerárquicos.
Reconoce además el impacto en el ámbito laboral de la violencia doméstica y obliga al empleador a actuar en estos casos.
Otro aspecto interesante es que tiene en cuenta que los acosos o violencias se producen muchas veces sin testigos y son difíciles de probar entonces es el denunciado quien tiene que probar que no lo hizo. Se invierte la carga de la prueba.
El Convenio 190 se aplica a todos los sectores, público o privado, de la economía tanto formal como informal, en zonas urbanas o rurales y alcanza tanto a trabajadores como trabajadoras -cualquiera sea su situación contractual-, pero reconoce que son ellas, las más expuestas a la violencia y al acoso laboral y sobre todo, las que se encuentran en situaciones más vulnerables, como quienes realizan tareas nocturnas o son migrantes.
Noé Ruiz, secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT – titular del Sindicato de Modelos y una de las dos mujeres que integran el Consejo Directivo de la central- participó de la redacción del Convenio, en el que se trabajó 3 años, dijo a minutouno.com que se trata de una norma “muy inclusiva porque contempla además a los trabajadores informales, al sector público y privado, a los pasantes y quienes trabajan en comunicación”.
Desde la Secretaría que dirige Ruiz ya se realizan capacitaciones a los delegados en prevención y erradicación de la violencia en varios lugares del país y hasta elaboró un protocolo para el tratamiento de la problemática. Además, están realizando un mapeo de las violencias. En caso de que se ratifique el Estado deberá tomar las riendas y delinear acciones similares para todos los ámbitos laborales a lo largo y ancho del país.
“La ratificación nos va a dar un instrumento para que ante la posibilidad de un reclamo podamos ir a instancia superiores. Es fundamental que se haga porque Argentina siempre estuvo a la vanguardia en la defensa de los derechos de los trabajadores”, dijo Ruíz.
El pasado miércoles mujeres de todos los ámbitos sindicales coparon la sede de Azopardo de la CGT en el marco del Encuentro de Mujeres Sindicalistas, donde se pidió el apoyo al Convenio 190 y la aplicación de la Ley Micaela capacitaciones en perspectiva de género y violencia contra la mujer.