Clínicas privadas alertan que por la alta inflación, se cerraron servicios clave y redujeron camas
El impacto de la inflación en los medicamentos e insumos que utilizan los sanatorios y clínicas del sector privado de Santiago del Estero colocó a estas instituciones en terapia intensiva, a punto tal que en los últimos años cerraron casi la mitad de los servicios de Neonatología existentes en el sector y ahora reducirán también cama en terapia intensiva.
Desde la Asociación que reúne a estas instituciones alertaron que “no podemos garantizar la continuidad de los servicios” como el de Neonatología que hoy solo se presta en 4 sanatorios y advirtieron que “hay una imposibilidad fáctica para brindar un servicio de calidad”.
El CPN Aldo Yunes, presidente de la Asociación de Clínicas de Santiago del Estero (Aclise) y de la Cámara Argentina de Empresas de Salud (Caes) sostuvo que los remedios e insumos sanatoriales subieron más de un 100% promedio y duplicaron y hasta triplicaron el índice de Precios general que mide el Indec que a abril arrojó un 50,9%. Este es uno de los principales factores que impacta en la situación de estas instituciones del sector sanitario privado.
Yunes sostuvo sobre el incremento en los costos de insumos y medicamentos que “hemos hecho un promedio de todos los sanatorios de Aclise tomando precios de julio de 2021 y de abril de 2022 y el aumento promedio es de 106%, pero algunos aumentaron un 173% y en descartables hay un alza promedio de 90,6% con incrementos de hasta el 159% en el caso de las agujas”.
Yunes indicó que “estos aumentos están muy lejos de la inflación general que calcula el Indec de 50,9%. Este proceso inflacionario, iniciado unos meses después de la pandemia, ha generado un incremento desmedido en los precios que incluso nos ha llevado a denunciar públicamente por cartelización a algunos proveedores en la venta de medicamentos y descartables”.
Puntualizó que las consecuencias de esta situación para las clínicas y sanatorios son graves: “Esto va a generar una imposibilidad fáctica de las clínicas y sanatorios para brindar un servicio de calidad”, señaló el directivo.
Agregó que “alertamos a la comunidad y a las autoridades sanatoriales porque esto impacta directamente en el funcionamiento futuro de los servicios y también en la calidad de las prestaciones que se van a ir brindando”.
Destacó que la forma en que se cristalizarán las consecuencias en las clínicas y sanatorios afectarán a los afiliados de las obras sociales a las que prestan servicio: “El cierre es algo concreto, hay servicios de alta complejidad por ejemplo Neonatología que antes lo tenían muchos sanatorios, pero ahora son muy pocos los que quedan por el alto costo de mantenimiento“.
Añadió que “si una familia se va a internar en una determinada institución y necesita servicio de Neonatología, ese padre tiene que buscar otro prestador privado o en el hospital público y eso genera una baja en la calidad de su atención respecto de su obra social”.
Detalló que hace 15 años había 10 clínicas con servicio de Neonatología, hace 5 años eran 7 con ese servicio pero este año son solo 4 las que cuentan con este servicio.
Yunes, agregó que no solo se suprimieron en varios sanatorios el área de Neonatología. También “hay otros servicios de alta complejidad que demandan medicamentos muy costosos que si no los tiene la institución, el afiliado lo tiene que ir a comprar y después pide el reintegro, pero eso es una baja en la calidad de la atención”.
El dirigente sostuvo que si bien esta situación fue planteada a todas las obras sociales con las que trabajan desde el sector privado de la Salud, no hubo resultados positivos.
“Este escenario que tenemos lo hemos planteado a las obras sociales para buscar mecanismos de recomposición de estos insumos y ellos plantean aumentos que rondan la inflación del 50%, pero esto es insuficiente porque queda demostrado que la inflación en salud es notoriamente superior a la inflación de precios al consumidor que de por sí es muy alta”, afirmó.
Sin garantías de continuidad
Confirmó que “en caso de no obtener respuesta, lo que podemos decir como Aclise es que no podemos garantizar la continuidad de los servicios porque hay muchos que ya han planteado la disminución de las camas para atención, no el cierre. Sin embargo se han producido algunos cierres de servicios sobre todo de alta complejidad como los de Neonatología, pero en los casos de terapia intensiva, en algunos casos también están disminuyendo sus camas disponibles”.
Destacó que “todo esto se enmarca en una crisis nacional del sector de hace décadas por la falta de financiamiento de la Seguridad Social y esto ha generado lentamente un proceso de desaparición de centros de salud con internación sobre todo en ciudades pequeñas del interior del país. En los últimos 15 años se calcula que unos 1000 centros han cerrado y en el caso particular de Santiago en la década del 80 había 45 instituciones y hoy tenemos solamente 31”.
Fuente: El Liberal